En la casa familiar de los hermanos gemelos Ayax y Prok aún se celebran solo dos aniversarios al año. Sus jóvenes padres, que andan por los 54, también nacieron el mismo día y en el mismo hospital: “A los 18, cuando se conocieron y se dieron cuenta de eso, fliparon”, comentaba Prok, a sólo centímetros de su hermano Ayax, apenas unas horas antes de su incendiario debut en Niceto Club. Con dos horas y cuarto de show, el público flashando por la entrega de estos hermanos y los raperos alucinados con la furia antiestatal de su audiencia --MMLPQTP incluido--, los gemelos fantásticos salidos de Albaicín, Granada, la meca del rap y el trap españoles actuales, demostraron con su show de anteayer en Palermo que llegaron para quedarse.

Más allá de las polémicas por su contestatario tema Polizzia (inspirada en la hipervigilante Ley Mordaza, aprobada durante la última legislatura del PP) y del éxito de hitazos como La flauta de Hamelin, Reproches o Mi barrio huele a Widow, estos revoltosos hermanos tienen muy claro de dónde salieron. “Venimos de Granada, la última ciudad recuperada en la reconquista de España en 1892, el último momento de los árabes en España. Es una sociedad muy cosmopolita, con mucha diversidad y gente de todo tipo, muchos artistas y poetas... y el flamenco salió de ahí”, ubica Prok. Y Ayax especifica: “Somos de Sagrada de la Cruz, la parte de arriba de Albaicín: un barrio gitano con puntos de venta de droga, niños sin camiseta y coches de lujo. Es un lugar marginal, de donde normalmente proviene el hip hop, que sale de esos lugares y no de una mansión”.

Al igual que artistas más ligados al trap como Kefta Boyz, Yung Beef, Khaled o Fernando Costa (todos también de Albaicín), Ajax y Prok lograron su popularidad mediante mediante millones de reproducciones en las plataformas de streaming, moviéndose por fuera de los canales comerciales que solían ser los tradicionales. Y en ese movimiento también lograron inyectarle una buena dosis de flow al rap español, a menudo más cercano a la lengua de Quevedo y Cervantes que a los b-boys. “Yung Beef y los otros chicos también salieron de nuestra ciudad”, recuerda Prok. “Así que nos conocemos desde muy jóvenes, desde los cinco años.”

Ayax está de acuerdo en que “la nueva generación le ha metido un poco más de flow al rap español”, y asegura que al género “le ha venido bien que el trap entrara en España” porque ha hecho que se magnifique la imagen de los cantantes. “Al haber entrado gente que empezó a hacer reggaetón en España se ha empezado a ver a los cantantes urbanos de una manera más top, incluso más fashion. En España todo lo que está hecho en el país lo consideramos una mierda, y eso siempre les pasó a también a los raperos.”

Es poco común ver un show de hip hop que dure más dos horas y sostenga la intensidad, pero para estos gemelos rapear es algo tan visceral como divertido, como volverán a exponer el próximo martes en la misma sala. “Ayax empezó a rapear a los 13, pero yo a los 12 ya escribía poesía. Fue nuestra madre la que nos pasó varios discos: me acuerdo de un compilado de rap español que tenía a CPV, Hablando en Plata, Violadores del Verso y 7 Notas 7 Colores, pero también nos pasó The Eminem Show. ‘Mira que ritmazo tiene este tío cuando rapea’, me dijo... ¡y yo ni sabía lo que era rapear!.”

Con el boom de las batallas de freestyle en español por fuera del ambiente hip hop, ¿qué importancia le dan a la improvisación?

Ayax: Improvisaba mucho de pequeño pero a nosotros nos gusta el freestyle de verdad, el estilo libre, en el rollo juglar. Me gusta improvisar sobre mil cosas, pero cuando empiezan con el “Tú eres tonto” o “Tú eres feo”, me parece muy de niño, muy tonto.

Prok: Lo veo más como un entrenamiento del MC para llegar a un punto álgido de la mente, pero no como el destino final. En España los caminos de los freestylers están muy separados: cada uno va por su lado y no se suelen escuchar entre sí. Y no es por nada, pero no me llena del todo tirar una hora viendo a alguien ridiculizando a otro: prefiero disfrutar de algo más elaborado. El Beef es parte de la cultura, pero no poder pasar al otro lado es estancarse.

De que sirven los maderos / si no es para hacer fuego / Si no puedo fumar en el parque / beber en el parque / ni correr ni tocar en el parque / ¿para qué ir al parque? / Me quedo en casa a ver la tele / anuncios de coches caros para personas en paro / Levanta el puño compañero, si estás hasta los huevos. Tristemente actual, la letra de Polizzia (casi un Fight The Power ibérico) coincide con nuestro verano porteño, tan templado como represivo.

Ayax: “La policía de Granada está considerada la más corrupta de toda Europa: es la que más denuncias tiene en Amnistía Internacional. El otro día, después de varios meses, volví a mi barrio y me senté en la plaza de siempre a fumarme uno: lo tuve que esconder porque enseguida llegaron los nacionales. Y cuando llegan, tío, me cogen y me miraron la polla en el medio de todo el parque. ¡Ya está hermano, tú te lo llevas, que yo me la veo todos los días! Pero ya es una manía. A mí me parece una tontería, pero hacerle eso a un chaval de 15 años es traumatizarlo por nada”. Prok: “Son unos catetos que flipan: coge a un racista xenófobo de estos y su sangre es mezcla de marroquíes, tártaros, romanos, celtas, ibéricos. ¿Cómo vas a ser racista si eres un collage de culturas?”.

* Ajax y Prok tocarán el martes 19 en Niceto Club, Niceto Vega 5510.