León Gieco tiene un reconocimiento más para sumar a los muchos que recibió por su trayectoria artística, pero también su compromiso social. Ahora es Doctor Honoris Causa, según ha decidido la Universidad Nacional de Río Cuarto, por considerarlo “un autor comprometido con su pueblo”. La distinción, que surgió por iniciativa de la Federación Universitaria de esta casa de estudios, fue entregada ayer en el aula mayor Alfredo Peco Duarte de la universidad, en un auditorio colmado en el que hubo tiempo para las canciones, las anécdotas y la emoción.
En los fundamentos de la distinción, la universidad valoró la condición de “himno” de una canción como “Solo le pido a Dios”, la producción De Ushuaia a La Quiaca, con las músicas de raíz de todas las regiones del país, “la dilatada, comprometida y prolífica trayectoria profesional de Gieco, que lo convirtió en un icono cultural, no solo de la Argentina sino de toda la región continental”, su compromiso social y el trabajo de inclusión que llevó adelante con el proyecto Mundo Alas, entre otras virtudes que destaca la resolución aprobada por unanimidad por el Consejo Superior de la universidad. Durante el acto se leyó el texto que distingue a Raúl Alberto Antonio Gieco, más conocido como León.
Con la presencia del rector de la Universidad de Río Cuarto, Roberto Rovere, el vicerrector Jorge González, autoridades de distintas facultades de la universidad, intendentes de localidades cercanas como Achiras, Las Higueras y Bulnes, representantes de organizaciones sociales y estudiantiles, el evento comenzó con las formalidades propias de un acto de investidura. Pero pronto se transformó en una fiesta que sumó el entusiasmo del publico, las anécdotas y el carisma de Gieco, y sobre todo sus canciones, que sonaron sobre el final, con guitarra y armónica: “El desembarco”, “El ángel de la bicicleta”, “La memoria”. También “Como la cigarra”, de María Elena Walsh, que el cantautor invitó al público a entonar a coro.
“Este es el máximo reconocimiento que puede conceder la universidad”, subrayó el rector durante su discurso. “Y León Gieco lo merece por trayectoria, y también por su proceder, por su ética, por sus acciones orientadas al bien común, que se vuelven ejemplares, por su coherencia y compromiso social, por su defensa inquebrantable de los derechos humanos, por su fidelidad a sus principios”, enumeró, y consideró que las canciones de León representan “la memoria viva de la historia de nuestra gente”. “Los fundamentos del Consejo dejan claro que el otorgamiento de este título supera cualquier tipo de cuestión artística: estamos hablando de la calidad humana, que es la que hace merecedor, en este caso a un cantautor, de una investidura de estas características”, completó en diálogo con PáginaI12 Enrique Bergamo, secretario general de la Facultad. “Y León Gieco no es solo un cantautor, con todo lo que ha hecho en ese campo. Es un militante, un luchador por los derechos, una persona preocupada por lo que pasa alrededor suyo, que además se pone en acción y colabora, y de una manera muy contundente. Repasando todo lo que ha hecho, uno se queda asombrado de que en una sola persona puedan confluir con tanta naturalidad, tantas facetas extraordinarias”.
La Universidad de Río Cuarto entregó antes su Honoris Causa a personalidades como Pepe Mujica, Evo Morales, Adolfo Pérez Esquivel, Bernardo Kliksberg, Susana Trimarco y Estela de Carlotto. También a la riocuartense Rosa Sabena, mamá de un joven desaparecido que se recibió de abogada buscando justicia por su hijo, y actualmente trabaja luchando contra los abusos judiciales y policiales. El aula magna en la que se desarrolló el acto lleva el nombre de otro no docente de esta universidad, desaparecido durante la última dictadura cívico militar. Su hija, Clarisa Duarte, le hizo llegar a Gieco una remera con la inscripción “30.000. Presentes”.
Gieco agradeció, contó anécdotas, cantó y se emocionó, pero también recordó a Fabián Matus, el hijo de Mercedes Sosa, fallecido en la fecha. “Fue un gran amigo”, lo recordó. “Las canciones, como las casas de estudio, tienen pasado, presente y futuro. Hay canciones que escribí hace cincuenta años y tienen total actualidad. ‘Hombres de hierro’ podría sonar en un clip con las imágenes de las represiones policiales que sufrimos en Buenos Aires”, observó. Contó además que, aunque se tomó este último tiempo “para reflexionar”, dejando de lado giras y desarmando su banda, sigue creando: ya tiene nuevas canciones para un próximo disco, está escribiendo un libro, guiones de películas. Entre las risas del público, recitó la letra de una de sus nuevas canciones, “Alimentación.com”, donde repasa los ingredientes de lo que se consume diariamente, esos que figuran en letra chica. “Ya tiene música, pero no sé cómo la voy a cantar. ¡Es más difícil que Orozco!”, se rió.
Organizada por la Comisión Municipal de la Memoria, por la tarde otra actividad sumó la participación de Gieco en Río Cuarto, y también la del cineasta Tristán Bauer. Fue la proyección de las películas Mundo Alas y El camino de Santiago, por la tarde en el centro cultural El Viejo Mercado. Además, una visita al hogar escuela Granja Siquem, un gran proyecto social que ofrece una oportunidad de vida a chicos en situación de vulnerabilidad, y durante el día de hoy, la visita al lugar donde compuso “La colina de la vida”, formaron parte de la “gira” de Gieco en Río Cuarto y las localidades vecinas.