El dólar cerró la semana en 41,13 por ciento. La medida monetaria ultra contractiva del Banco Central y el anuncio del Tesoro sobre el uso que le dará a los dólares del Fondo Monetario Internacional descomprimieron por el momento las tensiones cambiarias. La divisa que compran los ahorristas minoristas bajó ayer 63 centavos y acumula un retroceso de 2 pesos y 37 centavos respecto del pico alcanzado a principio de marzo. En el equipo económico tienen una sola obsesión: llegar a las elecciones de octubre con el tipo de cambio dominado. La apuesta es que la caída de actividad no es tan dañina para el oficialismo como puede ser un nuevo salto del dólar. El Central fijó ayer las tasas de interés en 63,7 por ciento, contra el 63,6 de la jornada previa.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dejó de lado el discurso de independencia del Banco Central y reconoció que se le encargó al organismo reforzar el sesgo contractivo de la política monetaria. “La inflación de 3,8 por ciento en febrero fue una cifra muy alta que nos llevará a reforzar el programa monetario del Banco Central en un contexto que coincide con meses de ajuste de tarifas”, indicó el funcionario. Agregó que el Gobierno trabaja no sólo para sanear las cuentas públicas sino para eliminar el financiamiento del Central al Tesoro. “Se trabaja para parar la maquinita de impresión de pesos que estuvo prendida durante muchos años”.
El anuncio de la autoridad monetaria de mantener la emisión cero hasta final de este año, el recorte de la tasa de ajuste de la banda cambiaria y objetivo de sobrecumplir la meta cuantitava de emisión en los próximos meses fueron un factor clave para explicar la menor presión cambiaria en el cierre de la semana. Pero no fueron los únicos motivos. Otro de los elementos centrales fue la negociación del Tesoro con el Fondo Monetario para poder vender 9600 millones de dólares hasta diciembre. Se ofrecerán en forma diaria en la plaza cambiaria unos 60 millones de dólares. Entre los funcionarios consideran que es un recurso clave para frenar las compras especulativas, que en las últimas semanas provocaron saltos de la divisa con muy poco volumen de operaciones. Se trata de una oferta permanente de divisas que, según las estimaciones oficiales, es mayor respecto de la dolarización especulativa que puede hacer el mercado.
La Bolsa porteña se benefició de la caída del tipo de cambio y acumuló en la semana una suba de casi 6 por ciento medida en moneda dura. En la jornada de ayer se registró un alza del 1,2 por ciento en pesos y de casi 3 por ciento medido en dólares. En la bolsa se operó por 807 millones de pesos. El mercado no sólo se benefició por el retroceso del tipo de cambio en el mercado interno sino que aprovechó un viento de cola en las bolsas de las economías emergentes. El índice que mide la evolución de las acciones de países no desarrollados subió ayer 1,5 por ciento. En el mercado local las empresas que más avanzaron fueron el Banco Francés (3,1 por ciento), Banco Macro (3,9 por ciento) y Central Puerto (3,2 por ciento). Entre las empresas con caídas figuraron Tenaris, con una baja de 2,3 por ciento, y Mirgor (-1,0 por ciento).
El riesgo país se ubicó en 737 unidades, con un retroceso de 11 unidades. El Bonar 2020 anotó un alza del 0,3 por ciento, mientras que el Discount 2033 registró una suba de 1,3 por ciento y el Para en dólares de 1,4 por ciento. Entre los títulos públicos con caída se destacó el retroceso del 0,2 por ciento del Bonar 2024. Las reservas internacionales del Central cerraron en 68.277 millones de dólares, con un incremento de 55 millones respecto de la jornada previa.