La suba de precios de los alimentos no se detiene, pese a los reiterados pronósticos oficiales sobre una desaceleración de la inflación. La canasta básica que releva la asociación Consumidores Libres arrojó un aumento de 3,6 por ciento en la primera quincena de marzo y acumula una suba de 11,5 desde comienzos de año. De los 38 productos relevados en supermercados y negocios minoristas de la Ciudad de Buenos Aires, 28 subieron, 5 permanecieron sin cambios y 5 bajaron de precio. El mayor aumento se registró el tomate perita (15,5 por ciento). Detrás quedó el jabón en polvo Granby de 800 gramos (12,6) y el podio lo completó la paleta (11,1 por ciento).
Una vez más, la disparada volvió a estar apuntalada por la carne ya que los principales cortes figuran entre los alimentos que más subieron. El pollo subió 9,6 por ciento, el asado 8,5, la bola de lomo 8,0, la carnaza 7,6 y la carnaza común 6,1 por ciento.
El seguimiento de precios Consumidores Libres, la entidad que representa legalmente el ex diputado socialista Héctor Polino, es realizado en los supermercados Coto y Plaza Vea de la Ciudad y en centros de abastecimiento de los barrios de La Boca, Caballito, Liniers y Pompeya. El relevamiento es acotado y está lejos de tener la misma representatividad que garantiza la información que ofrece el Indec, pero con los relevamientos quincenales permite advertir tempranamente sobre la disparada de los precios. El 4 de marzo Consumidores Libres informó que los precios de la canasta habían trepado en febrero un 4,66 por ciento, acumulando un 7,6 por ciento en el bimestre, y el jueves pasado el Indec confirmó la aceleración al comunicar que el IPC trepó 3,5 por ciento y el principal aporte provino del rubro “Alimentos y Bebidas” que trepó 5,7 por ciento, acumulando 9,3 por ciento en apenas dos meses.
Luego de conocerse el IPC de febrero, el titular del Banco Central, Guido Sandleris, aseguró: “Esta inflación es frustrante. Pero la vamos a bajar sin atajos”. La propuesta es mantener tasas de interés elevadas y sacar pesos de circulación hasta que los precios cedan. El titular de la autoridad monetaria aseguró que esta es la única alternativa que garantiza un proceso de moderación de precios sustentable en el mediano y largo plazo en una economía como la Argentina. “La inflación afecta a toda la población. El esquema monetario actual tiene como objetivo bajar la inflación permanentemente. Los procesos de desinflación llevan tiempo y requieren consistencia y perseverancia”, mencionó Sandleris.
La idea de atacar el problema inflacionario con medidas monetarias no fue efectiva en los últimos años, pero pareciera ser la única carta que maneja el gobierno. Mientras tanto, los productores de alimentos y los supermercados se aprovechan de los consumidores ante la absoluta pasividad oficial. En los supermercados los productos básicos están subiendo en los últimos meses muy por encima de la inflación promedio y los productos del programa Precios Cuidados no existen en el mundo real. Reconocidas cadenas de supermercados como Coto y Vea, por citar solo un par de ejemplos, retiraron todas las leches marca La Armonía que están dentro del programa oficial y solo ofrecen marcas de primera línea como La Serenísima que aprovechó el cambio de presentación de sus leches para aplicar un nuevo aumento y llevarla a 39,90 pesos. A su vez, en algunos supermercados chicos se consiguen sachets de La Armonía a 36 pesos como “oferta”, pese a que en la web oficial de Precios Cuidados sigue diciendo que su precio es 25,47 pesos.
En este contexto de total indefensión por parte de los consumidores, el secretario de Política Económica, Miguel Braun, lo único que se limita a decir es que la recesión terminó en noviembre y que la inflación está bajando, mientras que al secretario de Comercio Interior, Alejandro Werner, y al subsecretario de Políticas de Mercado, Nicolás D´Odorico, no se les conoce ningún acción o declaración tendiente a tratar de moderar las subas.