“¡Por fin! tenés la posibilidad de recrear la majestuosidad del legendario film de Talking Heads en concierto Stop Making Sense, en la comodidad de tu hogar o de tu laburo. Tirá de las cuerdas de esta preciosa marioneta que baila que te baila; y con un poquito de práctica podrás perfeccionar millones de movimientos diferentes”, promociona el ilustrador, diseñador y artesano británico Sean Bright, al referirse a uno de sus bonitillos juguetes: un David Byrne articulado, fabricado en detalle a base de papel y cartón, capaz de lanzar magia new wave con sus 17 centímetros de altura. “El regalo perfecto para fans de discos como Fear of Music, Remain in Light o Speaking in Tongues, no así para aficionados de Barbra Streisand, pero ¡ey!, a no desesperarse que trabajo a comisión”, dispara el melómano creador de  Hey Kids Rock ‘n Roll, tienda Etsy donde grandulones con especial amor por la canción pueden despachar unos morlacos a cambio de muñecos de antología. Después de todo, acaso a sabiendas de que en la variedad está el gusto, Bright presenta alternativas: el príncipe encantado de los nuevos románticos, míster post-punk Adam Ant, disponible por 18 dólares. O bien, el contratenor de otra galaxia Klaus Nomi, “no apto para niñatos” por sus piezas pequeñas (“aunque no sé hasta qué punto los jovencitos clamen por títeres basados en performers avant-garde neoyorkinos de los 80s”, admite el creador). Sin dejar de mencionar al David Bowie de la era Ziggy Stardust, o al sensible Morrissey, que sostiene flores mientras se dispone a bailar al son de “How Soon Is Now”. “Las partes son cortadas y colocadas a mano, por eso cada marioneta presenta pequeñas variaciones y es única a su manera. Como ocelotes”, anota el muchacho que anteriormente conquistara a la prensa anglo con dioramas de: la escultora sonora Delia Derbyshire, el hiphopero Grandmaster Flash, Stevie Wonder o Raymond Scott. Suena tremendo.