Becarios del Conicet realizaron esta mañana un ruidazo en la explanada de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, antes ministerio, para reclamar una actualización urgente de sus salarios que no llegan a cubrir la canasta básica familiar. También denunciaron que el ajuste en el organismo profundizó aún más la precarización laboral: el directorio ya no autoriza las licencias por enfermedad ni la prórroga de la beca por tres meses equivalente a una licencia por maternidad. “Nos obligan a vivir con un salario de pobreza y el directorio ni siquiera nos recibe”, se quejaron desde Jóvenes Científicos Precarizado (JCP), una de las organizaciones que agrupa a los becarios.
El reclamo de los investigadores es en primer lugar por la recomposición salarial. Un becario doctoral con dedicación exclusiva, esto quiere decir que no puede tener otro trabajo, recibe como salario unos 23.700 pesos, cuando la canasta básica está calculada en 26 mil. Los becarios remarcaron que el reclamo salarial de este año se da en un contexto de mayores recortes a sus derechos adquiridos.
“Nuestro salario no cubre la canasta básica, no tenemos aguinaldo, no tenemos licencia por enfermedad y empezaron a negar el equivalente a la licencia por maternidad, una prórroga de tres meses que recibían las madres. La situación es muy grave y habla de la poca importancia que se le da al trabajo de investigador”, se quejó Lucila D’Urso, becaria y delegadas de JCP.
Los investigadores piden que las becas de Conicet y Agencias del ex ministerio se equiparen, como mínimo, con las de otros organismos. En la Universidad de Buenos Aires un becario doctoral recibe un salario de 29.000 pesos. “Un becario postdoc tiene una antigüedad de siete años en el organismo. O sea que además de la incertidumbre y la precariedad tenemos que vivir con salarios que no alcanzan”, agregó.
Desde JCP remarcaron que el directorio del organismo reconoce que el presupuesto no alcanza pero afirman que el ajuste sobre los salarios responde a una “decisión política”. “El directorio no nos recibe y no escucha nuestros reclamos. Todavía no tenemos ninguna propuesta de aumento. Desde el año pasado no nos quieren actualizar el salario porque dicen que no hay dinero”, sumó D’Urso a los motivos de la convocatoria al ruidazo.
“Hay cierta infantilización de la imagen del becario. Cuando les dijimos a las autoridades que nuestro salario no alcanza la canasta básica nos respondieron que la canasta estaba pensada para una familia, como si los investigadores fuéramos estudiantes que viven con sus padres”, contó la investigadora, que aclaró que la edad promedio de los becarios doctorales está por arriba de los 30 y que la mayoría tiene hijos. “Somos trabajadoras y trabajadores que se dedican a la investigación pública y que con su salario mantienen familias”, aclaró.
Los becarios denunciaron también la gravedad del recorte a las licencias por enfermedad y maternidad. Según explicaron, las autoridades negaron las prórrogas de tres meses solicitadas por maternidad, algo que intentaba equiparar en la práctica a la licencia prevista por la ley de Contrato de Trabajo.
“El directorio de CONICET amenaza con eliminar un derecho básico conquistado hace años con la lucha de las becarias. Basándose en la precariedad de nuestra situación laboral como la falta de derechos laborales, se ampara en el ahogo presupuestario generalizado y aprovecha para ajustar donde más duele”, denunciaron en el comunicado.