A 16 años del secuestro, la múltiple violación y la muerte de Natalia Melmann, la joven cuyo crimen convulsionó a Miramar primero y después al país, sus padres, Laura Calampuca y Gustavo Melmann, encabezarán esta noche una marcha para pedir justicia y dar a conocer el estado actual de la causa. La defensa de los policías acusados solicitó audiencia ante la Casación bonaerense, y pidió revisar todo el caso, sostiene que la joven no fue violada, sino que mantuvo sexo consentido, que no fue secuestrada ni asesinada por los policías, que algunos testigos mintieron y que a los acusados los entregaron en una supuesta componenda entre Felipe Solá y la justicia.
La responsabilidad policial fue revelada por este diario al inicio del caso –cuando las versiones policiales primereaban en la prensa–, y fue confirmada un año y medio más tarde por el Tribunal Oral 2 marplatense, con la condena a perpetua a los tres uniformados de la Bonaerense, los sargentos primero Oscar Echenique y Ricardo “Rambo” Anselmini, y al cabo primero Ricardo “el Mono” Suárez; a Gustavo “el Gallo” Fernández, a 25 años como entregador de la adolescente que tenía 15. La condena fue confirmada por Casación, y la Suprema Corte Bonaerense, y rechazado el recurso de queja por la Corte Suprema nacional.
La defensa policial sostiene que se trata de pruebas nuevas. Para revisar un caso, que tuvo semejante confirmación por parte de tribunales diferentes y de la máxima jerarquía, es necesario demostrar que existen pruebas nuevas, que no hayan sido tratadas, y que sumadas a las existentes prueben todo lo contrario de lo que llevó a condenar y confirmar las condenas. En este aspecto, la defensa primero pidió el apartamiento de los jueces de Casación bonaerense, Mariano Borinsky y Víctor Violini, que en su momento habían votado en contra. La sala quedó conformada con Carlos Natiello y Fernando Mancini que son quienes convocan a la audiencia del 16 para analizar las pruebas y tomar testimonios.
El fiscal ante Casación, Carlos Altuve, rechazó el pedido de revisión. Sostiene que ninguna de las pruebas son nuevas, fueron tratadas por los diferentes tribunales y ninguna prosperó. Sostiene que pretenden “una nueva crítica sobre el material probatorio tenido en cuenta en la sentencia”.