S/T
Por: Tremor Viole(n)tta
Hoy me desperté empoderada.
Hoy soy el ave fénix rosa,
pesadilla de mis padres,
amante y arquitecta de mi cuerpx,
abortera de cualquier lectura que le hagan.
Hoy reniego de cualquier género,
de mi abuelo enseñándome a jugar fútbol
[y a pelear,
del tío que me regaló un autito para mi cumple,
de mis compañeritos diciendo “qué buen culo”,
de mi abuelita no dejándome cocinar.
Hoy soy huella en el mar de cemento,
soy trava de barba en el campo,
y trava afeitada en la ciudad,
la única traba que me detiene,
dueña de mi mirada
y mi identidad.
Dueña de mi accionar mutante,
de mi risa,
de mis muecas,
de mi forma de masticar.
De mi barba de 3 días,
dueña de la risa ajena
y de la mía pintada de rojo subversión,
dueña de mi pasión
y siempre de mi furia.
Dueña del miedo al qué dirán,
de la sorpresa de cada mañana,
asesina insurrecta de la familia tradicional,
expropiadora de la duda, de la pregunta,
Radowitzky del Ramón Falcón diario,
auricular enmudecedor del comentario grotesco.
Y ante todo Violetta,
Tremor,
fuerte,
malabarista,
trava, anarca, no binaria,
paraguaya,
mutante,
mía
CERO
Por: Pau Impala
UNO
La otra noche me preguntaste si era consciente
[que hago todo en múltiplos enteros de tres.
Me dijiste
que siempre bostezo tres veces seguidas
que si afirmo tres veces es porque estoy
mintiendo
que cuando llego al orgasmo las piernas
[me tiemblan nueve veces
con una pausa cada tres
te confesé: me da miedo que me prestes
tanta atención. Y te conté: leí
un libro que dice “así
se representa a la
incertidumbre”
y tenía el
dibujo
de
un triángulo.
DOS
Esa misma noche me di cuenta que por cada tres
besos que me dabas, yo corría mi cara un poco
más a
tu izquierda.
Me pregunto a qué le estaré intentando decir
[que no.
TRES
Me acuerdo que Judas negó tres veces a Jesús
antes de las diez de la mañana.
Pienso: menos mal que nos despertamos a las
once, como si esa hora representara algo más
que un conjunto de minutos siendo múltiplo
entero de tres.
CUATRO
Considero mi beso de la traición aquel polvo
después del cual nunca más te pude mirar a los
ojos sin sentir culpa.