“Si gana alguien que no es el gobierno actual, pero que mantiene lo básico, es un evento positivo”, señaló Gabriel Torres, de Moody’s Investors Service, al portal I-Profesional. El representante de una de las tres principales calificadoras de deuda del mundo opinó, desde Nueva York, sobre la instancia electoral y su influencia en las decisiones de los inversores. “Nosotros no decimos si preferimos uno u otro candidato, pero nos preocupa un hipotético nuevo gobierno que cambie todo. Ahora bien, si viene una administración que cambia algunas cosas pero que sostiene algunas otras, como la independencia del Banco Central o respetar el acuerdo con el Fondo Monetario, a pesar de que puede haber alguna modificación, sería otra cosa. Porque eso te reflejaría que la transición sin mayores cambios es posible, y sería una buena señal para la calificación de la Argentina”.
Moody´s comparte con Standard & Poors y Fitch el podio de las calificadoras de riesgo más prestigiosas de las finanzas internacionales, y de sus opiniones dependen las decisiones de los principales fondos de inversión del mundo. El puesto que ocupa Torres en la estructura de Moody’s no es menor: es vicepresidente Senior del Servicio para Inversores de la agencia.
Frente a la debilidad política del gobierno, el único argumento de fortaleza que lo sustenta es el apoyo del FMI y el supuesto favor de los capitales internacionales, que resistirían un cambio de gobierno. De allí la insistencia de las autoridades, en cada intervención pública, en proclamarse como “nosotros o la vuelta al pasado”. La apreciación del directivo de Moody’s, sin embargo, sugiere que los capitales financieros no descartan otra opción. Es más, la considerarían como un hecho “positivo”. De los dichos del representante de Moody’s, surge la sensación de que Cambiemos dejó de ser la carta preferida por los líderes del mercado financiero. Concretamente, para la plaza financiera de Nueva York.
La pérdida de confianza en la alianza Cambiemos aparece en otras respuestas de Gabriel Torres a I-Profesional. Por ejemplo, en referencia al fracaso del gobierno en contener la estampida de precios. “La inflación es mala noticia”, subrayó, al tiempo que anticipó que, en las proyecciones de Moody’s, seguirá en niveles elevados durante este año. “Con tres de los cuatro años en recesión, y con una inflación con picos del 50 por ciento, en cualquier otro país de la región el gobierno estaría con imagen positiva del cinco por ciento. Es notable que acá todavía tenga una intención de voto elevada”. Por otra parte, tras estimar una caída del PBI del 1,5 por ciento para este año, señaló: “no sabemos si finalmente se tocó un piso en la caída, podría ser un poco apresurado afirmarlo”.