Corea del Norte se retiró ayer de la oficina de enlace que compartía con el Sur, en una nueva muestra del deterioro del diálogo entre Pyonyang y la comunidad internacional tras la fallida cumbre de Hanoi sobre desnuclearización. En el marco de una reunión de delegados de las dos Coreas en la mencionada oficina, el Norte anunció de golpe ayer que retiraría  a sus representantes de las instalaciones por “instrucción directa de la autoridad superior”, según un comunicado del Ministerio sureño de Unificación, encargado de las relaciones con el vecino. Dicho y hecho; Pyonyang retiró poco después a todos sus funcionarios, dejando solos en el edificio a los 25 representantes sureños. La decisión fue súbita, aunque no sorpresiva, si se tiene en cuenta que el encuentro en el que se realizó el anuncio, la reunión de delegados, que se supone que debía tener lugar cada viernes en esta oficina, llevaba ya un mes sin celebrarse.  Pyonyang había cancelado hasta ayer la celebración de cada una de las reuniones de los viernes programadas tras la cumbre de Hanoi entre el líder norcoreano, Kim Jong-un (foto), y el presidente estadounidense, Donald Trump, que se cerró sin acuerdo el pasado 28 de febrero.