Alejandro Geyer, el organizador y principal orador de movilización que las organizaciones antiderechos realizaron desde Plaza Italia hasta la Facultad de Derecho, no sólo atacó la ley que autoriza la interrupción de un embarazo producto de una violación sino que además se atrevió al sostener que una niña de esa edad podría consentir tener relaciones sexuales.
La entrevista se realizó mientras se desarrollaba la marcha de los antiderechos. En un tramo de la conversación afirmó que una niña violada debe “llevar adelante su vida y la del ser gestante”. Eso provocó que la periodista que la periodista indagara si esa postura era inflexible a pesar de que se tratara de una violación y trajo a colación el caso de la niña tucumana de 11 años que había sido violada por la pareja de su abuela. La niña y su madre acudieron al sistema de salud tucumano para reclamar el fin de un embarazo producto de la violación. Allí fue sometida, tras semanas de dilatar la aplicación de la ILE que correspondía por ley, a una cesárea.
Sin embargo, para el dirigente católico y coordinador de las marchas “Salvemos las dos vidas” ese caso podría haber sido fruto de una relación sexual consentida. Eso indignó a la periodista y se produjo el siguiente diálogo:
--No hay dudas de que la nena fue violada, comentó la periodista al referirse a ese caso.
--¿Y si no fuera víctima de violación?, sorprendió Geyer
--¿Qué, quiso tener sexo a los diez años con el abuelastro?, le repreguntaron.
--Pongamos, respondió
--¿Sí?
--Pongamos, no sé, puede haber un caso, dijo Geyer avalando la posibilidad de que la nena haya consentido tener sexo.
Luego, y ante el pedido de ratificación de esos dichos que hizo la periodista, el entrevistado intentó corregirse. No obstante, luego consideró que una niña embarazada tras una violación “necesita todos el apoyo, la ayuda y las cosas necesarias para que pueda llevar adelante su vida y la del ser gestante. Es lo que tratamos de hacer”.
-¿O sea que lleve adelante el embarazo? –le preguntaron.
-Sí –respondió el antiderecho.
