La plazoleta de Villa Lugano frente a la sede de la UOM tiene un monolito que dice: “Ismael Chukri, ciclista y peronista”. Se inauguró el 29 de septiembre de 2007 y homenajea al deportista desaparecido de padre turco y madre española secuestrado el 29 de septiembre del 77. Un grupo de tareas se lo llevó del taller mecánico de Cañada de Gómez 4.603, esquina Unanue, donde trabajaba con su hermano Ahmad. No quedaron rastros de su paso por ningún centro clandestino de detención, pero sí de su memoria, una memoria documentada que mantienen viva dos de sus compañeros de militancia: Guillermo Gómez y el ex diputado porteño Carlos Luis Elías. “La unidad básica era la casa de mi abuela”, recuerda el primero, que conserva una fotocopia del carnet de la Federación Ciclista Argentina que identificaba al Pato, como lo apodaban. Consta ahí que con 25 años representaba a Boca Juniors. También guarda Gómez otros papeles escaneados, que envía uno tras otro por wathsapp desde su casa de Villa Riachuelo. Son piezas vitales para armar una trayectoria deportiva que derivó en dos competencias que llevan el nombre de Chukri. El Gran Premio de la institución xeneize que se corría en los 90 y el del club Lomas de Zamora que empezó a organizarse en 2001.

“Ismael era mayor que yo. Militaba con Gustavo Rearte, del Peronismo Revolucionario”, lo sitúa Elías en el ancho campo del movimiento justicialista. Ya había comenzado la década del 70 y Chukri no era de conversar sobre la otra pasión que convivía en él con la política: el ciclismo. De pibe se había sumado al Círculo Argentino de Ciclistas Juan Perón, del que Gómez mantiene una copia de su credencial o la licencia de corredor fechada en 1963. Comenzada la década del 60, el deportista desaparecido por la última dictadura representó a la Argentina en competencias internacionales. Rodolfo Baschetti sostiene en su completísimo sitio Militantes del peronismo revolucionario uno por uno, que ganó “varios trofeos”.

El afiche original del Gran Premio Ciclístico Ismael Chukri de 1993.

Un afiche original que Gómez conserva intacto, anuncia el Gran Premio Ciclístico Ismael Chukri de 1993. Se corrió en el ex Circuito KDT el domingo 5 de diciembre de ese año y lo organizó Boca. La prueba fue para veteranos A, B y C y la auspiciaba el taller mecánico de afinación y encendido del hermano menor del ciclista. Repartía un total de 1.300 pesos-dólares de la Convertibilidad y hasta tenía relator oficial: Rubén Ganduglia. Dieciséis años antes de esa carrera en su homenaje, en aquella primavera trágica de 1977, al Pato lo secuestró una patota en un operativo con zona liberada. Tenía 40 años y según recuerda el ex legislador peronista Elías “vivía con su mamá en Ciudad Evita”, aunque militaba en la actual comuna 8 de Lugano. Su compañero evoca: “me enteré de su desaparición cuando fui al taller mecánico. Creo que en esa etapa trabajaba con un taxi”. La semblanza de Chukri la completa con sus condiciones humanas: “Era un excelente compañero, humilde, muy sensible a todo y más adelantado que yo. Se sabía expresar muy bien”. 

La Unidad básica Felipe Vallese donde militaban Chukri, Elías, Gómez y tantos otros, resultó muy castigada por la represión de la dictadura genocida. “Hubo varios desaparecidos en la agrupación”, cuenta el último. Todos habían militado por el retorno de Perón el 17 de noviembre de 1972, se habían alineado en agrupaciones cercanas a la CGT de los Argentinos y enfrentado al vandorismo que planteaba un peronismo sin Perón. Habían fundado el Movimiento Revolucionario 17 de Octubre y la Agrupación 9 de junio. Rearte era uno de los referentes. Gran aficionado al boxeo, murió de leucemia el 1º de julio de 1973 con apenas 41 años. Delfor Soto, un militante y concejal de la vecina La Matanza –también deportista federado– era otro cuadro destacado. Desapareció el 21 de agosto de 1976. Un dirigente importante de Lugano era Ricardo de Luca, del Sindicato de Obreros Navales (SAON), diputado del Frejuli en 1973 y detenido por la dictadura en 1976. Pudo salir hacia el Paraguay, regresó a la Argentina con la democracia y falleció en 2004. 

Entre los documentos que atesora Guillermo Gómez está el carnet número 143 del Círculo Argentino de Ciclistas Juan Perón, donde se ve en una fotografía al jovencísimo Chukri con apenas 16 años. También se observa con claridad la dirección donde funcionaba la institución deportiva: la calle Austria 2549, en Barrio Norte. El militante ya veterano pero de prodigiosa memoria lo recuerda al Pato como “un tipo jodón, que era de reírse mucho”.

El deporte que practicaba el joven peronista de Villa Lugano registra otro ciclista aficionado desaparecido. Tristán Omar Roldán, de Mar del Plata y militante de la JTP. Un grupo de tareas de la Armada lo secuestró en su ciudad cuando tenía nada más que 19 años. Como él, Chukri figura en la Conadep con el número de legajo 9356. Congresal peronista y fiscal en las elecciones del 73, Gómez dice que “es el único desaparecido que tiene una plazoleta con su nombre en Villa Lugano”. Convive en el mismo monolito con una plaqueta recordatoria de José Ignacio Rucci y el escudo peronista que precede a tres palabras: Capital del Peronismo. Cuando Víctor Tito Pandolfi, el último presidente del Concejo Deliberante porteño presentó su proyecto para hacerle el homenaje al ciclista, lo justificó en las dos primeras líneas: “El nombre y la figura de Ismael Chukri están últimamente ligados al deporte, el compromiso político y la solidaridad”. Destacó también que había participado en los Juegos Evita cuando era muy joven. Un evento emblemático que es una marca de identidad peronista. Tan peronista como lo fue la militancia del pedalista que representaba a Boca en la década del 60. 

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Carnet 143 del Círculo Argentino de Ciclistas Juan Perón.