Scott Walker, el cantautor nacido en Estados Unidos y radicado en Gran Bretaña, que alguna vez fue definido como “el Salinger del pop”, murió hoy a los 76 años. Así lo confirmó su sello discográfico 4AD (en el que grabó los últimos quince años), a través de un tuit: “Anunciamos con gran tristeza la muerte de Scott Walker. Scott tenía 76 años y tenía una hija, Lee, una nieta, Emmi-Lee, y su compañera Beverly”. Un comunicado en el sitio web de la misma compañía continuó: “Por medio siglo, el genio del hombre nacido con Boel Scott Engel ha enriquecido la vida de miles de personas, primero con un tercio de The Walker Brothers y luego como artista en solitario, productor y compositor de intransigente originalidad”.
El músico accedió a la fama en los sesenta como ídolo adolescente, al ser cantante principal de The Walker Brothers, cuyos primeros hits incluyeron a “The Sun Ain’t Gonna Shine (Anymore)” y “Make it Easy on Yourself”. Walker había nacido en 1943, hijo de un geólogo de Ohio, y empezó su carrera musical como bajista de sesión; cambió su nombre al ingresar a The Walker Brothers, banda que firmó contrato con Mercury Records en 1965 antes de mudarse al Reino Unido. El trío se hizo particularmente popular en Inglaterra, donde atrajo un frenesí de fanáticos que llevó a comparaciones con la Beatlemanía.
De todos modos, Walker no era muy amigo de estar permanentemente bajo las luces, y en el pico del éxito comercial del grupo se retiró para iniciar una carrera como artista solista, en la cual lanzó una serie de álbumes aclamados por la crítica, simplemente titulados Scott, Scott 2, Scott 3 y Scott 4. Más tarde señaló que lo que lo llevó a dejar The Walker Brothers fue la presión de escribir su propio material al mismo tiempo que estaba en la banda: “Todos confiaban en mí”, le dijo al periódico The Guardian en 2018. “Iba a trabajar con grandes orquestas y un buen presupuesto. Pero luego de un tiempo era solo una fórmula, seguían queriendo lo mismo. Tenía que encontrar la manera de hacer una canción nueva que fuera la misma cosa. Y todo se desgastó”.
Luego de desaparecer durante diez años. Walker regresó para grabar Niteflights, una mezcla de canciones de Walker Brothers y composiciones propias que incluyó “The Electrician”. En los noventa, el trabajo de Walker se apoyó largamente en temáticas relacionadas con la política y la guerra, y sus paisajes sonoros similares a películas obtuvieron el elogio de la crítica y lo establecieron como un icono cultural.
El músico Rcihard Halwey dijo en 2017 a la BBC que era “uno de los más grandes cantantes de todos los tiempos; pensás que está cantando algo bastante sencillo, que podés cantarlo en el baño. Pero cuando te sentás y analizás lo que está haciendo, es increíble. Es también el timbre de su voz, un aullido muy grueso, espeso. Un hermoso aullido: te pega en el plexo solar. No específicamente en el corazón, en algo central de tu ser”.