El deterioro del poder adquisitivo y del empleo volvió a resentir en el primer mes del año la venta en supermercados, principalmente alimentos y bebidas, y también en grandes centros comerciales. La venta medida en cantidades -con precios constantes-de hiper y supermercados se contrajo en enero un 10,5 por ciento respecto de igual mes del año pasado, según informó ayer el Indec. Sin embargo, la facturación del sector creció 40 por ciento, lo que reflejó que el índice de precios implícitos para enero mostró una variación porcentual de 56,5 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, y una variación porcentual de 3,5 respecto de diciembre previo. El aumento está en sintonía con la inflación promedio de enero, la cual fue de 49,3 por ciento interanual, pero que para el caso de alimentos se ubicó en 53 por ciento. El menos nivel de ventas se reflejó también en menos empleo en el sector supermercadista donde el personal ocupado cayó 2,8 por ciento, a partir del cierre de sucursales. En shoppings y grandes cadenas la venta medida en unidades se redujo en enero un 15,1 por ciento interanual.
Junto a ingresos que van a la zaga de la inflación y una masa de asalariados que se retrae -se perdieron 200 mil puestos en el sector formal el año pasado-, el aumento de las tasas de interés, que impide financiar el consumo, la caída de ventas es inevitable. El escaso margen de financiamiento que puede quedarle a un trabajador y jubilado en los últimos meses se está volcando a comprar alimentos y pagar servicios esenciales. Ni siquiera el traspaso a segundas y terceras marcas compensa ese deterioro.
De acuerdo con el informe oficial, la facturación del sector para enero fue de 45.485 millones de pesos, lo que significó dicho aumento de 40 por ciento interanual. Pero el alza se explica por la inflación. A precios constantes la caída fue de 10,5 por ciento, la séptima consecutiva. En diciembre había arrojado una baja de 8,7 por ciento, y noviembre lidera el desplome que se inició a junio, con 12,4 por ciento en términos interanuales.
El crecimiento del financiamiento en las compras de primera necesidad se intensificó en enero. La facturación por ventas en efectivo creció 35,2 por ciento interanual, mientras que con débito (considerado efectivo también) aumentó 36,8 por ciento. Sin embargo, las ventas a precios corrientes con tarjeta de crédito crecieron un 44,3 por ciento respecto de enero del año pasado. Esto da cuenta del endeudamiento de las familias para alimentos y productos de primera necesidad, además de para pagar los tarifazos. En el canal mayorista, elegido por las familias para conseguir mejores precios, la diferenciación es todavía más acentuada. El aumento del pago en efectivo fue de 28,4 por ciento interanual, mientras que las ventas a través de tarjeta de crédito creció un 54,7 por ciento. De todos modos, la venta en cantidades en los canales mayoristas se retrajo en enero 15,2 por ciento respecto de igual mes del año pasado.
Las ventas a precios corrientes que más crecieron -todas por debajo de dicha suba implícita de precios (56,5 por ciento)-fueron para artículos de almacén, con 47,6 por ciento; seguido por carnes, con 46,9 por ciento; de limpieza y perfumería, con 46 por ciento, e indumentaria, calzado y textiles para el hogar, con 44,8 por ciento. En enero el personal ocupado en shoppings sumó 98.454 asalariados, con una baja del 2,8 por ciento interanual.
En los grandes centros de compras o shoppings la facturación enero fue de 5965,9 millones de pesos, un 25 por ciento más que el mismos mes del año anterior. A precios constantes arrojó una disminución de 15,1 por ciento respecto de enero de 2018. En facturación, las mayores alzas fueron en ropa y accesorios deportivos (55,3 por ciento), perfumería y farmacia (55 por ciento), librería y papelería (41 por ciento), indumentaria, calzado y marroquinería (34,5) y esparcimiento (31,8).
Los 37 centros de compras radicados en Ciudad y Gran Buenos poseen 3024 locales, de los cuales 89,3 por ciento está en actividad e informa ventas, mientras que un 8,9 por ciento permanece inactivo por estar disponible para alquiler, hallarse en reforma u otros motivos de cierre provisorio.