El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer un decreto por el que reconoce oficialmente la soberanía israelí sobre los Altos del Golán. El mandatario justificó esa medida por lo que calificó como las agresivas acciones de Irán y de grupos terroristas contra Israel. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió, sin embargo, que la decisión estadounidense no cambia en absoluto el estatus internacional de esta zona arrebatada a Siria en 1967.
“Esto es algo que debería haberse hecho hace muchas décadas”, dijo Trump al rubricar la proclamación presidencial, junto al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en la Casa Blanca. “Las acciones agresivas de Irán y de grupos terroristas siguen convirtiendo al Golán en una plataforma de lanzamiento de ataques contra Israel”, denunció el magnate neoyorquino. Estados Unidos se convierte así en el primer país en reconocer la soberanía de Israel sobre un área siria que ocupa desde la Guerra de los Seis Días de 1967, y que se anexionó en 1981 en un gesto que la población rechazó y la comunidad internacional no reconoció.
Netanyahu celebró como histórica la formalización de esa medida, que Trump ya había adelantado el pasado jueves en un vía Twitter. “Su proclamación llega en un momento en que el Golán es más importante que nunca para nuestra seguridad”, dijo a Trump el primer ministro israelí. “Para mí era muy importante venir aquí, a la Casa Blanca. Israel ha tenido la suerte de tener a muchos amigos dentro del Despacho Oval durante muchos años. Pero Israel nunca ha tenido mejor amigo que usted”, disparó el premier, quien se vio obligado a acortar su visita a Estados Unidos -inicialmente prevista para dos días- por nuevas tensiones en la Franja de Gaza (ver aparte). Netanyahu afirmó, asimismo, que su país nunca renunciará a su soberanía sobre los Altos del Golán. “Nunca renunciaremos a ellos”, sentenció.
Sin embargo, la ONU subrayó que la decisión del presidente estadounidense no cambia el estatus internacional de esta zona arrebatada. “Para nosotros, el estatus del Golán ocupado está consagrado en las resoluciones del Consejo de Seguridad. La postura no ha cambiado”, dijo a los periodistas Stéphane Dujarric, el portavoz del jefe de la organización, António Guterres. “Para el secretario general está claro que el estatus del Golán no ha cambiado a pesar de la decisión de Trump”, agregó.
No obstante, de cara a las elecciones del 9 de abril en las que Netanyahu se juega su puesto, el primer ministro puede presumir cuando vuelva de Washington de otra victoria diplomática (que se sumaría al reconocimiento estadounidense de Jerusalén como capital de Israel por parte del gobierno de Trump). La decisión del mandatario republicano le cae, entonces, como anillo al dedo a un Netanyahu que podría ser acusado en los próximos días de corrupción en tres casos. Por el momento, en la carrera hacia las elecciones, el líder del derechista Likud, en el poder desde hace diez años, ve sus posibilidades de reelección recortadas por el candidato centrista Benny Gantz, un general retirado, quien se presenta como un serio adversario.
Con la firma de este decreto, Estados Unidos rompe con décadas de consenso internacional, al transformarse en el primer país en reconocer la soberanía de Israel sobre un área estratégica que ocupa a Siria desde la Guerra de los Seis Días de 1967 y que se anexionó en 1981. Esa anexión nunca fue reconocida por la comunidad internacional. En 1981, el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad una resolución que declaraba nulas y sin efecto jurídico internacional las decisiones de Israel de imponer sus leyes y su administración en ese territorio. La ONU tiene desplegada desde 1974 una misión de paz en el Golán, que se encarga de mantener el alto el fuego entre Israel y Siria y de vigilar la implementación del acuerdo de retirada. Actualmente, dicha área está poblada por unos 27.000 sirios de mayoría drusa. Está compuesta por cuatro pueblos árabes -Majdel Shams, Ein Qiniyye, Masade y Buqata- además de una treintena de asentamientos judíos, que son considerados colonias por la comunidad internacional.
El gobierno sirio rechazó la decisión de Washington. “En un ataque flagrante a la soberanía e integridad territorial de Siria, el presidente de Estados Unidos reconoció la anexión del Golán sirio”, dijo una fuente del ministerio de Relaciones Exteriores, citado por la agencia de noticias estatal SANA. “Trump no tiene el derecho ni la autoridad legal para legitimar la ocupación israelí”, añadió esta fuente de la diplomacia siria.
Por su parte, Rusia, aliada del gobierno de Bashar Al Assad, dijo temer una nueva ola de tensión en la región.“Desgraciadamente,eso puede conducir a una nueva ola de tensión en Medio Oriente”, advirtió la portavoz de la diplomacia rusa Maria Zajarova, según informaron las agencias de prensa rusas.