El dólar sigue imparable. La cotización alcanzó un nuevo pico. Cerró ayer en 43,76 pesos y marcó un incremento de 66 centavos. El tipo de cambio mayorista se ubicó en 42,64 pesos y anotó un aumento de 56 centavos. El Banco Central volvió a elevar la tasa de interés, a poco más del 67 por ciento anual, sin éxito para contener el avance del billete. Las expectativas de devaluación en el mercado interno se aceleraron en las últimas semanas y en el mercado de futuros el dólar ya se negocia a casi 60 pesos para fin de año. Especialistas consultados por este diario aseguraron que la falta de confianza y perspectivas para la economía en el corto y mediano plazo incentiva la dolarización. El inversor que conoce a la historia económica argentina -plantean los analistas- tiene claro que apostar al dólar en tiempos de elevada incertidumbre termina siendo la opción más rentable.
“Estamos en un año electoral. Gran parte del ahora se va hacia el dólar. El Gobierno generó todas las condiciones para que no haya confianza. No se generan divisas genuinas para repagar la deuda. Este es uno de los talones de Aquiles”, dijo a este diario Silvina Batakis, ex ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires. “La desconfianza se traduce en el riesgo país. El indicador hace meses que se encuentra cerca de los 800 puntos. Eso lo que quiere decir es que afuera hay miedo sobre lo que puede pasar una vez que se acaben los dólares del Fondo Monetario Internacional”, indicó.
Batakis planteó que “en el equipo económico hacen esfuerzos para intentar mantener el dólar en la banda cambiaria con la tasa de interés. Pero la consecuencia es que se está derrumbando la economía. Este mercado interno no genera puestos de trabajo. La única forma de protegerse que tiene la gente es comprar dólar”. La economista aseguró que la Argentina no sigue las reglas macroeconómicas de los manuales. Apunta que es muy singular y se requieren medidas no convencionales para manejar las variables. “La tasa de interés llega un punto en el que deja de ser efectiva. Las expectativas son muy complicadas de manipular. La situación es simple de observar. El Banco Central vende futuros arriba de los 57 pesos. ¿Por qué los exportadores van a vender con este dólar a 43? Lo máximo es que liquidan para cubrir costos y pagar deudas”.
La autoridad monetaria viene enfrentando presiones cambiarias desde mediados de febrero. Pero no se muestra pragmática para modificar su hoja de ruta. Sigue usando un único instrumento para intentar calmar el dólar: la tasa de interés. En la licitación de ayer renovó Leliq por 190.801 millones de pesos. La tasa promedio que se ofreció fue de 66,93 por ciento (contra el 66,89 por ciento de la jornada previa). El organismo a cargo de Guido Sandleris volvió a repetir su esquema de doble subasta. En la primera licitación, la cual se realizó antes del mediodía, adjudicó 100.857 millones de pesos con un rendimiento de 66,73 por ciento. En la segunda licitación, que se realizó por la tarde, se adjudicó 89.944 millones de pesos con tasa de 67,14.
Entre los operadores del mercado aseguraron que el dólar subió en la jornada por la fuerte presión de la demanda, la que se asocia con inversores que buscan cobertura. En la plaza cambiaria son pocos los que ofrecen divisas. La autoridad monetaria se encuentra retirada del mercado porque la cotización se ubica en zona de no intervención. El Tesoro hasta abril no tiene disponible la venta de 60 millones diarios. Y los exportadores se encuentran esperando una paridad más elevada para empezar a entrar dólares al mercado. Entre los especialistas del sector agropecuario aseguran que el campo no quiere liquidar con un dólar menor a 50 pesos.
La bolsa volvió a registrar el impacto de la inestabilidad del tipo de cambio. Las empresas argentinas que cotizan en Nueva York registraron caídas de más del 10 por ciento. Se destacó el retroceso del 10,4 por ciento de Edenor. Los bancos fueron otro de los sectores con fuerte caída. El Supervielle marcó una baja de 7,6 por ciento, al tiempo que el Grupo Financiero Galicia lo hizo al 5,2, La cementera Loma Negra fue otra de las empresas en retroceso: marcó una caída del 3,8 por ciento.