“Nos trataron como si fuéramos delincuentes y lo único que hicimos fue honrar a los nuestros”, aseguró a PáginaI12 el ex combatiente de Malvinas Luis Escobedo, quien estuvo arrestado en las islas por mostrar una bandera con la imagen del archipiélago y la leyenda “Territorio Argentino”. Escobedo había viajado con siete ex combatientes más para intentar cerrar su historia con la guerra, pero terminó siendo denunciado por un isleño que dijo sentirse agraviado por la bandera y los cantos de los argentinos, que entonaron el Himno Nacional y realizaron un minuto de silencio por los soldados caídos en la guerra.
“En el 82 fui prisionero de los británicos después de la rendición y ahora terminé igual por la denuncia de un isleño”, contó Escobedo, sin dejar de poner distancia entre ambos casos. A diferencia de sus compañeros, el ex soldado ya había viajado a las islas en 2012, en 2016 y este año quería darle un cierre a su historia personal. “Esto queremos denunciarlo porque no queremos que le pase a nadie más. Nosotros nos expresamos en el cementerio donde están nuestros compañeros y los homenajeamos a ellos y a los que quedamos vivos. No molestamos a nadie y solo lo hicimos allí”, explicó con enojo.
En 1982, apenas había finalizado el servicio militar obligatorio hacía un mes, solo pensaba en volver a calzarse la camiseta y los botines para poner seguir jugando al fútbol, su principal actividad. A punto de volver a los entrenamientos, vio en el diario un anuncio con el llamado a los colimbas de su brigada que figuraban como reservistas: los convocaban nuevamente, aunque esa vez era para defender la soberanía frente a los ingleses en Malvinas. En aquella guerra, los jerarcas militares argentinos, que todavía mantenían centros clandestinos de detención en el continente, mandaban a jóvenes de entre 18 y 20 años, que apenas tenían instrucción militar, a enfrentar a los militares profesionales británicos.
“Viajamos el lunes. El martes fuimos al cementerio de Darwin donde desplegamos nuestras banderas y cantamos el Himno. Después hicimos un minuto de silencio y gritamos bien fuerte ‘¡Viva la patria!’. No hubo más que eso”, recordó Escobedo sobre lo que hicieron y que fue mal visto por los kelpers. “Había un periodista austríaco al que había llevado un chofer local. Fue el chofer quien nos denunció diciendo que gritamos agresiones y que se había sentido agraviado”, agregó el también ex futbolista que pasó por Belgrano, Vélez y Los Andes, entre otros clubes. El día siguiente fue normal, se encontraron con militares británicos con los que intercambiaron experiencias, y al día siguiente, el jueves a primera hora de la mañana, los despertó la policía. “Nos sacaron los pasaportes y estuvimos dos días bajo arresto en el hotel, porque la comisaría no tiene cárcel”, afirmó Escobedo.
“Aparentemente lo que le molesto al kelper fue mi bandera que tenía una imagen de las Malvinas y decía territorio argentino”, explicó el ex combatiente, pero agregó que “de ninguna manera esas banderas, porque no era la única, se mostraron fuera del cementerio. A nuestros compañeros, que ahora tienen nombre y apellido, tenemos que poder honrarlos como nos parece. No faltamos el respeto ni ofendimos a nadie. Las autoridades británicas nos entendieron y nos dijeron que iban a hablar con los kelpers para que cambien su actitud con nosotros”.