El fiscal Carlos Stornelli usó el aparato de espionaje ilegal no sólo para intervenir en las causas judiciales, realizarles cámaras ocultas a abogados defensores o manipular arrepentidos, sino que también existen fuertes evidencias de que mandó a investigar y espiar al ex marido de su actual pareja, Florencia Antonini Modet. Lo que es incluso más grave es que el falso abogado y falso investigador Marcelo D’Alessio sugiere en un mensaje de WhatsApp la idea de ponerle droga en la valija a Jorge Christian Castañón, peruano, piloto de avión y ex pareja de Antonini. En un diálogo de D’Alessio con el primer denunciante en la causa, Pedro Etchebest, el falso abogado trae el tema a colación: “Viste, nada es lo que parece. Viste que piden falopa para plantar. Son bravos estos nenes”. Todos los elementos surgen del escrito del juez Alejo Ramos Padilla con que se declaró rebelde a Stornelli y se le detallaron todas las imputaciones.
El ciudadano peruano motivó varios mensajes de Stornelli a D’Alessio. PáginaI12 tenía la versión de que Castañón era la ex pareja de Antonini y por ello siempre vinculó esa parte de la operatoria de la asociación ilícita con un “espionaje personal”. Ayer el periodista de La Nación Hugo Alconada Mon confirmó la versión en la propia fiscalía, sólo que Stornelli dio una explicación poco creíble: “D’Alessio es el que investigó a Castañón por su cuenta. Pidió el nombre y luego investigó por su cuenta”.
La excusa no resiste el menor análisis. Y una lectura de los chats entre Stornelli y D’Alessio exhibe todo lo contrario.
La secuencia arrancó con el fiscal preguntando cómo avanzaba la investigación sobre Castañón. Eso ocurrió el 11 de enero de este año. “Yo me encargo”, contestó el falso abogado. Tres días más tarde, Stornelli vuelve a preguntar: “¿Averiguaste algo del peruano?”.
D’Alessio contesta: “Estuve mirando el Org Chart y veo que Castanon/Jorge de EWRFO que es de United Express. Reporta a un tal Andrew Ashbury (WHQUX). Es un primer oficial de United Express. La subsidiaria regional. O sea que si es la persona que buscas y viene a Argentina no lo hace trabajando”. Stornelli contesta con un austero: “ok”.
D’Alessio: “Mandame algo más afectivo que un “ok”!!! Juaaaaa. Viste que el peladito te cumple??? Vos decidís si lo corto en USA o acá”. Y luego agrega, todo en mayúsculas: “No es empleado de United (el área internacional). Usa pasajes a disponibilidad. Hago lo que quieras”.
D’Alessio alardea que puede “cortar” a Castañon, en Estados Unidos o en la Argentina, como si tuviera poderes en ambos lugares.
“Trabaja pero no en United Airlines –sigue informando D’Alessio–. Consigue pasajes gratis y de upa. También con descuentos: léase: bagayero”.
La denominación “bagayero” se utilizaba en las fronteras para los que pasan bienes –no drogas– de un lado al otro. En la actualidad también se le pone el mismo nombre al que trae electrónicos de Estados Unidos. “Es una especie de traficante blanco, que no trafica drogas”, le explicó a este diario un juez de larga trayectoria.
“¿Qué se puede hacer?”, pregunta Stornelli.
“Lo tenemos que hablar personalmente”, contesta D’Alessio haciéndose el misterioso.
“¿Se puede advertir en algún lado del bagayo? ¿O no vale la pena?”, sugiere Stornelli. La frase es asombrosa porque se trata de un funcionario público que, si conoce un delito, debe hacer la denuncia y en cambio le pregunta a D’Alessio si vale la pena darle el dato a algún aduanero para que saque de la cancha a Castañón.
“Si, yo le haría algo un poquito peor –contesta D’Alessio–. Por eso quiero hablarlo personalmente con vos, no por acá. Le haría algo un poquitito peor. Le pondría algo en la valija viste y ahí se deja de joder. Lo bloqueo allá o acá, donde vos quieras”. Bloquear es detener, o sea que nuevamente D’Alessio alardea de su supuesto poder.
Como es obvio, ponerle algo en la valija, o sea falsear un delito, apunta a ponerle droga. Es la frase a la que se refiere D’Alessio en su diálogo con Etchebest: “Viste que piden falopa para plantar. Son bravos estos nenes”.
Todo lo revelado por el juez Ramos Padilla en la acusación que le transmitió ayer al procurador Eduardo Casal es de absoluta gravedad y esta investigación al ex marido de la actual pareja del fiscal exhibe los métodos. D’Alessio no tiene facultades para investigar nada, de manera que un fiscal no puede recurrir a un personaje de esa calaña. Es espionaje ilegal puro y duro. Y, para colmo, no sólo se espía por razones personales, sino que traman armar causas falsas plantando drogas.