El discurso de Mauricio Macri en el Congreso de la Lengua mostró, una vez más, las limitaciones oratorias y argumentativas del mandatario. Y volvió actual, tras su alocución en la apertura del encuentro de Córdoba, el análisis del discurso macrista que hizo en su momento el escritor Martín Kohan.
Entrevistado en septiembre de 2017 en Canal Abierto, el autor de Ciencias morales no dudó en afirmar que “entre el presidente de la Nación y el lenguaje hay un cúmulo de dificultades incalculable”. El escritor sostuvo que “uno escucha cada oración con la zozobra de si verdaderamente va a poder, tanto en lo sintáctico como en lo conceptual, llegar hasta el final no digamos del párrafo, no digamos el discurso, que duran seis o siete minutos, sino al final de la oración”.
Con tono irónico, Kohan manifestó que “algunas veces llegaba a pensar, a propósito de un discurso, si el ‘Sí se puede’ era una manera de darle aliento a que cada una de las ideas, si iba a poder redondearse, y llegar”. Más adelante recordó la imagen de “alguien que está cruzando un río, de lado a lado, y está todo el tiempo con la idea de que salió de una orilla, el comienzo de la oración, no del discurso ni del párrafo, y el punto final es esa otra orilla. Y siempre está la idea de que no va a poder llegar del otro lado”.
En aquella entrevista Kohan advirtió que “bajo una hipótesis benévola”, Macri “no tiene destrezas oratorias”. Y que desde el punto de vista de “una hipótesis menos benévola”, en el caso del Presidente, “ante un desarrollo de pensamiento tan precario, el lenguaje es tan precario como las ideas que está desarrollando”.
El escritor completó su intervención con una crítica al principal asesor de imagen del macrismo. “Ahí donde el formato, bajo la inspiración de los asesores o de (Jaime) Durán Barba es de slogans, es decir, frases hechas de dos, tres o cuatro palabras, mas bien resonantes pero huecas, ese tipo de fraseología, vaciada, tántrica, del new age digamos, eso que efectivamente lleva al lenguaje a un estado de precariedad, lleva también el pensamiento a un estado de precariedad”.