La inflación de marzo se ubicará en 3,7 por ciento, según el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), empujada por aumentos en carnes, huevos, fideos, nafta, luz, transporte, celulares y colegios privados. Esa proyección está en línea con los cálculos de la consultora Elypsis, que anticipó que la suba “se acercará al 4 por ciento”, y con el 3,8 por ciento que planteó Ecolatina. De este modo, la inflación de marzo completará una suba trimestral superior al 10 por ciento. Será el décimo cuarto mes consecutivo con un alza del IPC arriba del 2 por ciento mensual, de los cuales en ocho fue mayor a 3 por ciento. Encima, la escalada del dólar imprime un aumento de las expectativas inflacionarias para los próximos meses: la inflación esperada para 2019, que a fines del año pasado se ubicaba entre 25 y 30 por ciento, ahora se acerca al 40 por ciento, con el consiguiente deterioro del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones. La mayor inflación profundizará la crisis económica en el año electoral.
Según el índice de inflación del CESO, confeccionado a partir del análisis online de 23 mil precios de supermercados y el cálculo de proyección de otros aumentos de servicios, registra en marzo un aumento del 3,7 por ciento. Sobresale nuevamente el aumento de los alimentos frescos, con el 4,9 por ciento, mientras que alimentos secos anotó un 2,2 por ciento.
Como viene sucediendo desde comienzos de año, la carne vacuna lideró los aumentos, con alzas del 8 por ciento a pesar de la fuerte caída del consumo. La carne todavía está trasladando las subas de costos del año pasado, fundamentalmente el efecto dólar. De la mano de la carne, continuaron las subas en el pollo y el pescado. También hubo fuertes incrementos en lácteos debido a la escasez de oferta por factores climáticos y mayor destino de producción local a las exportaciones, mientras que volvió a subir la harina y los panificados. En bebidas, la suba fue del 2,2 y electrodomésticos, un 3,6 por ciento. Por debajo de esos incrementos quedaron artículos de limpieza (1,3) y perfumería (1,5).
De acuerdo a la medición del CESO, la canasta básica de alimentos acumula en doce meses una suba del 64 por ciento, lo cual constituye una máquina de reproducción y profundización de la pobreza. Hoy el Indec difundirá los datos de pobreza e indigencia correspondientes al segundo semestre de 2018, que marcarán un alza de unos 6 puntos frente al dato del mismo período del año anterior. La pobreza seguirá creciendo al menos hasta fin de año.
Pero además de alimentos y bebidas, en marzo también subieron otros precios relevantes. En primer lugar, el Gobierno aplicó un nuevo incremento de la tarifa de electricidad del 14 por ciento en el área metropolitana, que se suma al aumento de 26 por ciento y de hasta el 32 por ciento que se aplicó el mes pasado. El alza de marzo correspondió a la tarifa de distribución que cobran las empresas Edenor y Edesur. En el capítulo de los servicios públicos también se destacó el incremento del transporte. El boleto mínimo de colectivo pasó de 16,50 a 18 pesos, mientras que para los trayectos más extensos pasó a 20 y 21 pesos. También subió el precio del pasaje de tren.
La empresa de telefonía móvil Movistar subió sus abonos en un 18 por ciento en marzo, para sumarse al incremento de Personal en enero. Claro hará lo propio en abril. Por otro lado, marzo comenzó con un encarecimiento de la nafta del 2,8 por ciento en el caso de YPF, y que se va a repetir para inaugurar abril.
Con las alzas de servicios públicos que al Gobierno todavía le resta aplicar para cumplir con el pacto con el Fondo Monetario y la escapada del dólar, el piso de expectativas de inflación para este año es del 35 por ciento. Estará muy por encima de la inflación proyectada por el Gobierno en el presupuesto, del 23 por ciento. El pifie está en la misma línea de la estimación del 15 por ciento para el año pasado (terminó en 47,6 por ciento), del 17 por ciento en 2017 (fue del 25 por ciento) y del 25 por ciento en 2016 (fue del 40 por ciento). Sólo en el primer trimestre de este año se duplicó la inflación que prometió Mauricio Macri para 2019 en la campaña electoral, cuando decía que terminaría su primer mandato con una suba de precios del 5 por ciento.