Como si fuera una película de Hollywood, Marcelo D'Alessio, llevó a una de sus víctimas en su auto, con una sirena a todo volumen y cruzando semáforos en rojo en plena avenida Libertador. Mario Cifuentes, el dueño de la empresa petrolera OPS contó esos detalles ayer en el juzgado de Alejo Ramos Padilla, quien investiga la megared de espionaje ilegal que involucra a agentes de inteligencia, fiscales, políticos y periodistas cercanos al oficialismo. Página/12 accedió al testimonio del empresario y también al video que aportó para probar sus dichos.
El viaje se produjo en el marco de la extorsión que D'Alessio y los interventores designados por la Justicia en la empresa -"el contador Villoldo y el doctor Sicardi”, como los citó Cifuentes-- llevaron adelante para quedarse con OPS luego de que entrara en concurso preventivo por el cambio de Gobierno y la caída de contratos con su principal cliente, YPF. Según el testimonio de Cifuentes en ese momento empezó el apriete para sacarle la firma: “Cifuentes, entregue OPS. Esta empresa ya la perdió”, le dijo Sicardi en una reunión. En ese momento comenzó el raid extorsivo. El objetivo de la banda era sacarle plata pero, sobre todo, quedarse con OPS a cambio de monedas.
El 28 de febrero de 2018 llevaron a Cifuentes a una reunión con un “abogado”, el hoy detenido Marcelo D’Alessio. “Fuimos hasta el country Saint Thomas, llegamos a la casa y nos atendió D’Alessio y otra persona que lo acompañaba. D’Alessio me trató con muchísima confianza ni bien llegamos. Ahí, afuera de la casa, nos mostró un Audi oscuro que tenía estacionado, nos abrió la puerta del auto, nos decía cosas como que era blindado y no sé qué más, noté que dentro del auto tenía armas y también él consigo en su cintura, pero él decía cosas como que ‘no se preocupen, soy delegado de la DEA en Argentina’”.
D'Alessio le ofrecía ayudarlo en causas penales tributarias por la deuda de la empresa con la AFIP, que le cobraría el 10 por ciento en honorarios. Comenzó a hostigarlo y amenzarlo con plantarle droga a uno de sus hijos si no accedía a pagarle. La cifra llegó a elevarse a 1.200.000 dólares. Una de las reuniones en la que la extorsión llegó al punto máximo fue en el hotel Emperador. En ese encuentro el falso abogado le mostró a Cifuentes documentos desde una computadora, que hoy están en manos de Ramos Padilla. Con membrete de la DEA, los textos incluían datos personales de Cifuentes: “mi pasaporte, mi DNI, los datos de mi mujer, de mi hijo, mis llamadas telefónicas, los datos dónde vivía, mis ingresos migratorios, alquileres de aviones, etc”. D’Alessio le dijo que podían armarle una causa judicial mientras en paralelo lo estaban investigando. Si no les pagaba lo que le pedían esa causa iba a avanzar y esa información iba a ser usada para procesarlo y detenerlo.
Cifuentes no aceptó y cuando quiso tomarse un taxi D´Alessio insistió para llevarlo a su casa: “subimos al auto y vi que tenía armas ahí adentro –era un arma larga entre los asientos–, además del arma que pude ver que tenía en la cintura. Arrancó el auto y desde que salió del estacionamiento prendió unas sirenas tipo policía y condujo muy rápido, pasando los semáforos en rojo”. Cifuentes pudo filmar un momento del paseo. Esas grabaciones están en manos del juez de Dolores, también un pendrive con las capturas de pantalla de los whatsapps que muestran que fue otra víctima más del espionaje ilegal.
La extorsión de D’Alessio incluyó un mensaje televisivo. “El 04/04 me llamó y me dijo ‘mirá esta noche Animales Sueltos’. Esa noche lo miré y en un momento Daniel Santoro, cuando hablaba del caso de corrupción de una empresa constructora de Brasil (OAS), en vez de decir la empresa de Brasil dijo el nombre de mi empresa, OPS”. “Era evidente que eso era un mensaje para mí”, concluyó. Como no cedía, otro día lo volvió a llamar y le advirtió: “último aviso, mira el programa de esta noche, si no reaccionas mañana, esto es una guerra, te sacan en Clarín y ahí empieza”. “Después de esto el diario Clarín publicó un artículo sobre mi persona donde me trató como ‘el nuevo Lázaro’ o algo así, eso lo firmó Santoro”, declaró.