“Cuando la estrategia para arreglar los problemas que presenta la economía no es ni regular el mercado ni un plan de de- sarrollo, sino simplemente distribuir peor para enfriar la economía, el aumento de la pobreza no es un ‘daño colateral’, es el objetivo buscado por el Gobierno”, expresó la investigadora del Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Públicas, Lucía Cirmi Obón. Consultada por PáginaI12, la economista advirtió sobre el impacto diferencial del alza en los niveles de pobreza e indigencia en las mujeres. “El aumento de la pobreza tiende a profundizar la desigualdad de género; en los segmentos más vulnerables de la población existe una mayoría de mujeres jefas de hogar sin ingresos propios porque trabajan todo el día cuidando niñxs y familiares, con los gastos que eso implica y un contexto de precios que no paran de subir”.
La medición del Indec permite estimar que cerca de 2,9 millones de personas en todo el país empeoraron su posición económica y pasaron a ser pobres en términos de su ingreso monetario. Pero los expertos Roxana Mazzola y Diego Born indicaron ante la consulta de este diario que el sostenido aumento en los niveles de pobreza es acompañado por un deterioro en las dimensiones estructurales utilizadas para medir la pobreza multidimensional.
“Hay un empobrecimiento del bienestar que tiene que ver con cuestiones estructurales. El fenómeno excede a la caída en los ingresos por la devaluación y la aceleración inflacionaria sino que también es acompañada por elementos estructurales vinculados a la alimentación y el endeudamiento”, consideró Mazzola, de la Universidad de Buenos Aires y Flacso. Por su parte, Born indicó que “la pobreza deja de ser una propiedad exclusiva de quienes tienen trabajo precarizados y comienza a extenderse hacia segmentos de clase media baja que pasan a quedar debajo del umbral mínimo de ingresos utilizado por el Indec para dimensionar el fenómeno”. A contramano del discurso oficial, el sociólogo sostiene que “en las mismas estadísticas oficiales no se verifica la existencia de una mejora estructural en aspectos vinculados, por ejemplo, al acceso al servicio de agua y saneamiento”
La escalada en los niveles de pobreza evidencia, según Cirmi Obón, las limitaciones de las políticas sociales focalizadas que promueven el Ministerio de Desarrollo Social y el FMI. “Cuidar la Asignación Universal por Hijx con un incremento del ingreso mientras se abandona a la gente en todas las demás áreas no sirve ni alcanza. Una política macroeconómica que aumenta las tarifas y valida devaluaciones sin intentar contener el traslado a los precios, también es política social y el gobierno la está diseñando en contra de la gente”, lanzó la investigadora del Ciepp. El reciente reajuste en la AUH permitió recuperar la pérdida de poder adquisitivo del 13 por ciento del año pasado, pero no alcanzó a recomponer el retroceso acumulado desde que comenzó la gestión de Cambiemos. En ese sentido, Mazzola expresó que la inversión adicional anunciada “solo apunta a evitar una explosión social”. “El gobierno invierte para asistencia mientras desinvierte en salud y educación. Las políticas no están ligadas a derechos en seguridad social sino a asistencialismo”, advirtió.
“Debemos desmitificar que estamos con el mismo nivel de pobreza que cuando comenzó el gobierno de Macri. Eso es una falacia”, advierte Born. El sociólogo explica que es incorrecto comparar el 32 por ciento para el segundo semestre de 2018 informado ayer con el valor del segundo trimestre de 2016, cuando arrojó 32,2 por ciento. “En primer lugar la pobreza se mide de forma semestral y no trimestral. No es válido decir que el gobierno arrancó con 32 por ciento de pobreza. Además, los datos de los segundos trimestres suelen ser más elevados por cuestiones estacionales ya que, en ese momento del año, tiende a observarse un piso en los ingresos”, explicó Born para enfatizar que “un tercer elemento es que Macri no asumió en junio de 2016 sino en diciembre de 2015. En esos meses se observaron elevados niveles de inflación que explican hasta 6 puntos de aumento en la pobreza por la devaluación y los tarifazos”.