El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (foto), celebró ayer la aprobación en el Senado de una reforma constitucional que elimina los fueros al mandatario y a legisladores. “Esto es un gran avance. Los conservadores ya no podrán dar marcha atrás. Es un paso adelante en la Cuarta Transformación de la vida pública del país. Son hechos, no palabras. Se acaba con la impunidad constitucional”, indicó durante su rueda de prensa matutina en Palacio Nacional.
La reforma constitucional fue aprobada en el Senado de México con 111 votos a favor y uno en contra. Si la media sanción es aprobada en los próximos días en la cámara de diputados, tanto el presidente como los legisladores podrán ser juzgados por delitos de corrupción y delincuencia organizadas, entre otros. “Ayer fue un día especial, en el Senado de la República se aprobó la reforma al artículo 108 para que el presidente en funciones pueda ser juzgador por hechos de corrupción”, apuntó López Obrador señalando que el desafuero es un elemento clave para luchar contra la corrupción que definió como “el cáncer de México”.
Además destacó que los senadores agregaron a la iniciativa que también puedan ser juzgados los integrantes del Poder Legislativo. “Esto es un gran avance al que los conservadores no van a poder dar marcha atrás”, opinó. Además sugirió que en la próxima votación en Diputados incluyan dentro de los habilitados a dejar los fueros a los gobernadores mexicanos. Si bien la votación fue casi unánime, varios de los que acompañaron la medida lanzaron después sus quejas. El progresista Movimiento Ciudadano, por su parte, si bien aprobó la reforma advirtió que el mecanismo para juzgar al mandatario es “una farsa”. “Hoy lo que se quiere votar en este dictamen, es que si el Presidente llegase a cometer un delito ocupa 87 votos de esta Cámara, no engañemos a México, quitar el fuero es que no haya ningún juicio de procedencia y mucho menos que aprovechando que hoy Morena tiene mayoría piden mayoría absoluta para perseguir al Presidente de la República”, acusó el senador Samuel García. Esta lectura fue la que hizo Emilio Álvarez Icaza, el único senador que votó en contra argumentando que la reforma no responde a lo que López Obrador prometió en campaña. El de ayer fue el segundo intento que hace el oficialismo para sacar adelante el proyecto de desafueros; el anterior fue a fines del año pasado y la oposición lo rechazó. Ahora resta el debate el diputados donde el partido de López Obrador tiene mayoría.