El ex director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Oscar Parrilli pidió la recusación del juez federal Ariel Lijo por "enemistad manifiesta" a raíz de las filtraciones a la prensa de las escuchas de una charla suya con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Parrilli presentó la recusación contra Lijo al considerar que "las filtraciones a la prensa de las escuchas se produjeron en enero de 2017, lo mismo que manifestaciones del juez por la prensa gráfica y radial" en las que sugirió que el ex funcionario carecería de autoridad para denunciar una persecución política por no haber cuestionado la legalidad de las escuchas.
"En la misma causa se han realizado objeciones jurídico constitucionales contundentes", afirmó Parilli y explicó que eso fue "sin sospechar que luego se difundirían fragmentos de las escuchas por medios masivos de comunicación, y menos aún que un fiscal de la Nación, (Guillermo) Marijuan, las utilizaría para sustentar una denuncia criminal".
Asimismo, cuestionó que en una entrevista radial, el juez dijo "en cuatro oportunidades, que es probable que de las escuchas desprendan esos 'hallazgos casuales' presumiblemente denunciables por el fiscal Marijuan, y que constituirían 'otros delitos'". "¿Acaso sabe algo el juez que aún no develó? Si Marijuan, fiscal de la causa desde el comienzo de la investigación, tenía disponible el fragmento que denuncia como constitutivo de delito desde mitad del año 2016, ¿cómo es posible que descubra siete meses después que hay delito en ese fragmento?", inquirió.
El ex funcionario también tiene previsto pedir mañana al presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, (Ricardo Lorenzetti, “que se inicien actuaciones sumariales tendientes a dilucidar los responsables administrativos de la filtración de las escuchas" y "que se apliquen las sanciones administrativas que correspondan".
En ese marco, Parrilli consideró que "el tribunal, cabeza del Poder Judicial de la Nación, es el responsable del Departamento de Interceptación de Comunicaciones" por lo que consideró que pone en "riesgo la credibilidad del Poder Judicial de la Nación, y con ella, el último eslabón de protección de los derechos de las personas".
La conversación telefónica de Parrilli con Cristina ocurrió el 11 de julio de 2016 y fue grabada en el marco de una causa que investiga un supuesto encubrimiento a Ibar Pérez Corradi, que estuvo prófugo al ser requerido por la Justicia por el triple crimen de General Rodríguez.
En el audio difundido por el periodista Luis Majul, la expresidenta y el exfuncionario hablan sobre el espía Antonio “Jaime” Stiuso, después de éste le diera una entrevista a La Nación, y CFK pide los detalles de las causas iniciadas contra el exhombre fuerte de la SIDE.
Tras la difusión periodística de la escucha, la exmandataria acusó al gobierno de Mauricio Macri de hacer "espionaje político" y presentó una denuncia penal para que se investiguen los delitos de violación de secreto, abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público.