The Wire (HBO)

Sin discusión, una de las mejores series policiales de todos los tiempos. O una de las mejores series, a secas. David Simon puso su talento para las historias, y el elenco hizo el resto. A través de cinco temporadas, la ciudad de Baltimore sirvió de escenario para la saga de los Barksdale y la paciente persecución del equipo de Jimmy McNulty (Dominic West), pero también para hacer feroces retratos de la corrupción policial y política, el mundo de los estibadores, las tramoyas judiciales y hasta el universo periodístico. El capítulo final es uno de esos momentos maravillosos en el que todo cierra y una ficción consigue poner el moño perfecto. Y las cinco versiones que aparecen en la apertura de “Way Down in the Hole”, de Tom Waits, son una mejor que la otra.

 

Love, Death & Robots (Netflix).

Detrás de esta serie de cortos animados anda como productor el deforme David Fincher (El club de la pelea, 7iete pecados capitales), aunque el cráneo detrás del asunto es Tim Miller, diseñador de las impactantes aperturas gráficas de La chica con el dragón tatuado y Thor: un mundo oscuro y responsable de esa hilarante falta de respeto al mundo de los superhéroes llamada Deadpool. Son 18 cortos animados en tono fantástico que van de los 3 a los 18 minutos, con sus altibajos como toda compilación pero con un par de visión ineludible. Se recomienda arrancar directamente por el 2, “Three Robots”, de Victor Maldonado y Alfredo Torres, en el que los robots del título pasean por una  ciudad posapocalíptica tirando un comentario más ácido que el otro.

 

The Walking Dead (Fox)

Con una bonita masacre y varias cabezas en picas, el episodio 15 de la novena temporada (“The Calm Before”) volvió a apelar a ese viejo estilo en el que todos los personajes estaban en riesgo y la serie basada en el comic de Robert Kirkman sorprendía a cada rato. Buena excusa para volver atrás y recordar lo buena que fue la adaptación en su primerísima temporada, emitida en 2010 y que puede encontrarse en FoxPlay. Solo seis episodios de narrrativa ajustada y efectiva, con el sheriff Rick Grimes despertando en el hospital tras un buen tiempo en coma, solo para descubrir que las cosas han cambiado un poco. Solo siete personajes principales, ninguna necesidad de andar abriendo nuevas líneas narrativas para buscar rating y al atrevimiento de mostrar un balazo en la cabeza de una niña zombie a los cinco minutos. A TWD le costó volver a ser tan atrevido.