A la profunda crisis económica que atraviesa el gobierno de Mauricio Macri, se le suma ahora una nueva crisis al interior de la alianza Cambiemos, a pocos meses del inicio de la campaña electoral. Un sector de la UCR ya viene reclamando abiertamente la ruptura de Cambiemos para apoyar la postulación del peronista Roberto Lavagna. En ese contexto, ayer se encendieron las alertas cuando se conoció una reunión del titular del Comité Nacional y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, con el histórico dirigente Enrique “Coti” Nosiglia, uno de los hombres detrás de la figura de Martín Lousteau y de estrechos lazos con referentes del entorno del ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. Cerca de Cornejo aseguraron a PáginaI12 que no conversaron sobre la posibilidad de apoyar al dirigente de Alternativa Argentina, pero sí del armado del radicalismo en el interior del país y de la convocatoria a la Convención Nacional, que sería entre la primera y la segunda semana de mayo. Allí debe definirse la política de alianzas para 2019 y allí el espacio encabezado por Ricardo Alfonsín, Federico Storani y Jorge Sappia planteará salir del acuerdo con el PRO y la Coalición Cívica.
“Estamos asfaltando el camino para terminar con esta historia”, dice con una metáfora vial un histórico del radicalismo que conoce a Lavagna de sus tiempos de Secretario de Industria y Comercio Exterior de Raúl Alfonsín. Y con “esta historia” se refiere al acuerdo con Macri y Carrió, que le sirvió a la UCR para evitar un nuevo triunfo del peronismo en 2015, pero no para tener un rol protagónico en la definición del rumbo del país. Por el momento éste sector se compone por un conjunto de voces disidentes al oficialismo radical, que de a poco van tomando cada vez más volumen y relevancia. La cuenta que hacen en esta mesa chica del radicalismo disidente no es menor: “Cambiemos se rompió y no existe más en Córdoba. En Santa Fe el Comité Nacional tuvo que intervenir el partido porque la mayoría de los radicales apoya el acuerdo con el socialismo del Frente Progresista y no al PRO. En Capital Federal se firmó un acta compromiso en agosto del año pasado pero después de eso nunca se avanzó más nada así que tampoco existe Cambiemos. Y nosotros nos llevamos un pedazote de la provincia de Buenos Aires”, se confía el dirigente al repasar los cuatro principales distritos del país, que representan casi un 70 por ciento del padrón electoral nacional. El hombre, que conoce el armado en el interior como pocos, señala otra cuestión sobre los dirigentes que siguen mostrándose alineados al PRO: “Cornejo y Gerardo Morales (gobernador de Jujuy) son muy vivos porque apoyan a Macri pero anticiparon las elecciones provinciales para evitarse el salvavidas de plomo”, advierte.
Lo cierto es que todavía quedan despejar bastantes interrogantes para que la estrategia que imaginan se haga realidad: el primero es que Lavagna anuncie formalmente su candidatura y el segundo que el resto de los candidatos de Argentina Federal se baje: “Nosotros con Lavagna no tenemos ningún problema porque ya fue candidato nuestro 2007 y porque fue funcionario de Raúl, pero lo que no podemos es comprometernos a apoyar al candidato que salga de las PASO en Alternativa Argentina”, advierten. La fórmula que se imaginan es Lavagna presidente, Sergio Massa gobernador bonaerense, Lousteau en capital y un radical para la vicepresidencia. Ese lugar lo deberán disputar con el socialista Miguel Lifschitz, que ya dejó trascender que le gustaría acompañar en la fórmula al economista. En este esquema está, además del socialismo de Santa Fe, el GEN de Margarita Stolbizer y otras fuerzas menores.
En este marco, la reunión que tuvo lugar ayer en Mendoza provocó otra sacudida. Coti Nosiglia y Cornejo se conocen desde hace años. Si bien Nosiglia es amigo personal de Macri, hace tiempo que están políticamente distanciados. También mantiene una larga relación con el gastronómico Luis Barrionuevo, hoy un cruzado del proyecto Lavagna 2019. Hasta el momento, el ex ministro del Interior de Alfonsín simpatizaba con la idea de llevar a Lousteau como candidato en las PASO.
“Lo primero que hicieron fue repasar las provincias y repasar qué candidatos había que reforzar por provincia. Y después charlaron de la Convención, la cual todavía no tiene fecha fija y se va a terminar definiendo en una reunión del Comité”, explica a este diario un hombre de confianza de Cornejo. En el entorno del gobernador aseguran que “no tuvo absolutamente nada que ver con Lavagna”. Reconocer que el presidente del partido, que forma parte de la coalición de Gobierno, está analizando con otro importante dirigente la ruptura de Cambiemos y el apoyo a un candidato para competir contra el oficialismo sería una bomba difícil de procesar. Lo que sí ratificaron es que continúan evaluando la posibilidad de que la UCR lleve un candidato propio en unas PASO dentro de Cambiemos. Esa figura podría ser Lousteau, aunque no está definido. “Eso se analizó desde la reunión en el Hotel Presidente a fin del año pasado y se va a seguir analizando. La Convención va a definir”, insisten.
Por lo pronto, entre los radicales disidentes dudan siquiera que vaya a realizarse la reunión de convencionales nacionales, aún cuando es un requisito establecido formalmente por la Carta Orgánica. En ese caso, aseguran que habrá “libertad de acción de hecho” para que cada uno respalde a su propio candidato dentro o fuera de Cambiemos. ¿La UCR, se dobla o se rompe?