La procesión no siempre va por dentro; menos que menos en Sevilla durante Semana Santa, cuando alrededor de 70 cofradías ponen en marcha popularísimos cortejos con sus típicos pasos o tronos: plataformas sobre las que pasean sacras esculturas para celebrar la pasión de Cristo, su muerte y resurrección. Llevadas, dicho sea de paso, por resistentes penitentes, emperifollados con capuchones, escapularios y túnicas para la piadosa ocasión. Una cita que oscila entre la religiosidad y el folclore, donde destacan los sudorosos y anónimos costaleros, que cargan con la cruz de ir bajo los pasos; y claro, por delante y con voz alta y clara, el capataz, responsable de ir dando las órdenes para que no se desmadre la cuadrilla, se sorteen los obstáculos, los costaleros ejecuten sus indicaciones al unísono, avancen las imágenes por las calles con relativa naturalidad. Nada nuevo bajo el sol devoto; el ritual se repite desde hace añares. Lo novedoso y llamativo, en todo caso, es que decenas de miles de personas en España hayan downlodeado un flamante juego que les permite cumplir el sueño dorado... de ser capaz. Esa es la propuesta de Chicotaz, disponible para Android y Apple, creado por tres sevillanos de 30 años, Ismael Vázquez, Carlos Gamero y Martín Sanz. El juego, ofrecen en el sitio de descarga, consiste en “dirigir un paso hasta el final del recorrido sin arroyar al público ni chocar contra los bordillos, árboles, señales de tráfico... y todo esto sin superar los tiempos de venia que marca cada nivel”. A medida que se superan los niveles se van desbloqueando nuevas calles y pasos cada vez más complicados. “Cada paso está inspirado en hermandades reales de la Semana Santa sevillana, variando las imágenes de cada uno, los candelabros, el color de la parihuela (dorada, plateada, en madera), los cortejos...”, detallan. Lo que se dice una propuesta devocional.