Se esperaba que la nafta subiese de precio a partir del lunes 1º de abril. Pero Raizen Argentina, la licenciataria de la marca Shell, no pudo esperar. Así que anunció que a partir de las 0 horas del sábado correría un aumento del 9,5 por ciento. Y esa fue la segunda sorpresa. Hace un mes, el Gobierno, acorralado por la creciente inflación, había desdoblado el impuesto a los combustibles líquidos con subas para marzo y abril. Por lo que había quedado pendiente un alza del 1% en el precio del diesel y del 1,4% en el de la nafta.
Pero Shell, la empresa en la que desarrolló toda su carrera el ex ministro de Mauricio Macri Juan José Aranguren, se despachó con una suba de casi el diez por ciento que calentará aún más la ya recalentada suba de precios para los próximos meses. Todos saben que no estará sola, se espera que las otras petroleras sigan su camino.
El argumento no es muy original: lo impulsa el 10 por ciento de la suba del dólar durante el mes de marzo.
Con el aumento, Shell cobrará 43,36 pesos el litro de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires. La nafta V-Power costará 49.98 el litro; 47.98 pesos la V-Power diesel y 41.39 el litro de fórmula Diesel.