Hugo Rolando Barreiro, alias Rolo, nombró ante el juez de Dolores Alejo Ramos Padilla a miembros de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), incluyendo a funcionarios del más alto nivel, como parte de la trama de espionaje ilegal, según pudo establecer PáginaI12.
Tras entregarse, Barreiro fue indagado largamente en Dolores sobre lo que, en su versión, era el modus operandi de la trama. Se trataría, según su descripción, de una estructura vinculada con la AFI. El juez debe establecer ahora si las acciones descriptas por Barreiro eran orgánicas, si incluían un margen de maniobra a disposición de los agentes o si combinaba ambos aspectos. Es decir, si la serie de extorsiones y coacciones era parte de las órdenes recibidas desde la AFI. Según la pesquisa a cargo de Ramos Padilla el interés que despierta Barreiro es que, por su carácter de espía orgánico de la AFI, podría ser una evidencia de los lazos entre la trama que hasta ahora tiene como vértice a Marcelo D’Alessio, el falso abogado conectado entre otros con el fiscal federal Carlos Stornelli. El fiscal fue declarado en rebeldía.
Durante la indagatoria Barreiro se quebró porque dijo que tenía miedo. El juez debió hacer pausas en el interrogatorio por el llanto.
Ramos Padilla comenzó leyéndole los cargos, que básicamente incluyen la participación en una asociación ilícita dedicada al espionaje ilegal. No está claro si también le adjudicará al espía responsabilidad en las extorsiones y coacciones.
Como se sabe, la figura de Barreiro apareció en la investigación del ataque sufrido por el aduanero Gabriel Traficante. También se repite su presencia en la maniobra contra Gabriel Garcés, en el mismo expediente. Incluso Barreiro es la persona que lleva a D’Alessio a la fiscalía de Juan Ignacio Bidone y hace la presentación entre el falso abogado y el fiscal. Bidone, de Mercedes, ya fue suspendido por el procurador bonaerense Julio Conte Grand.
Esa dupla, D’Alessio-Bidone, es la que produjo la información –reportes de de Migraciones y de llamadas telefónicas– que sirvió para extorsionar al empresario Pedro Etchebest. La Justicia está interesada en saber si Barreiro no proveyó de información a la banda de D’Alessio para concretar las otras extorsiones y coacciones, incluyendo las que terminaron de plasmarse en declaraciones ante el fiscal Stornelli.
El fiscal no sería la única figura de la Justicia federal involucrada por Barreiro en la indagatoria. El juzgado federal de Dolores evalúa la importancia de sus referencias a una operadora con base en los tribunales federales de Comodoro Py que le mandaba los empresarios a D’Alessio. En esta misma edición puede leerse un reportaje a Mario Cifuentes, el empresario de servicios petroleros que sufrió una agresión por quien él definió como alguien cercano al actual vértice del poder. El objetivo, como en otros casos, era liquidar su empresa para evitar la competencia o arrebatársela.