El papa Francisco dijo ayer que comprendía a quienes le reprochan no actuar con mayor contundencia contra la pederastía en la Iglesia, pero defendió haber iniciado lo que llamó un proceso sanador. El jefe de la Iglesia Católica de Roma habló del problema de los abusos en la institución que lidera, del rol de los medios de comunicación, del feminismo, de la migración y de otros temas en una entrevista transmitida ayer por el programa Salvados de la cadena española La Sexta.
“Yo los entiendo porque uno busca a veces resultados que sean hechos concretos, en el momento”, afirmó Francisco. “Si yo hubiera ahorcado cien curas en la plaza San Pedro (dirían): ‘¡Qué bien, ya hay un hecho concreto!’. Hubiera ocupado espacio pero mi interés no es ocupar espacio sino iniciar procesos sanadores”, continuó. “Las cosas concretas en la cumbre fueron iniciar procesos y eso lleva su tiempo”, insistió y subrayó que esta es la manera para que sea irreversible la cura. El pontífice argentino organizó a finales de febrero una cumbre histórica contra la pederastia en la Iglesia que reunió a los líderes de las conferencias episcopales de todo el mundo y tras la que prometió una lucha a todos los niveles contra este problema. En la entrevista difundida ayer y realizada por el periodista Jordi Évole, Francisco reconoció, asimismo, que durante mucho tiempo la tendencia en la Iglesia fue esconder estos casos, lo que facilitó su propagación.
Acerca de los medios de comunicación, el Papa opinó que deben evitar cuatro “pecados”: la desinformación, la calumnia, la difamación y la coprofilia. El pontífice definió este último como “literalmente, el amor a la caca, amor a la cosa sucia, a los escándalos”, explicó sin dar ejemplos concretos. Sobre la difamación, Francisco afirmó: “Si vos hace veinte años pegaste un resbalón en la vida, no te pueden sacar por los medios de comunicación una historia que está superada y bien pagada ya y bien resarcida”. Además, lamentó: “Los medios de comunicación tienen tanto poder frente a las masas, frente a la gente, que pueden calumniar impunemente. Además, ¿quién le va a hacer juicio?”. La lista de pecados capitales de la prensa formulada por el Sumo Pontífice se completa con la desinformación. “Si dando la noticia, te doy la mitad no más, la otra mitad no la doy”, explicó.
En la entrevista, Francisco también lamentó la actitud de Europa ante los migrantes. “La madre Europa se volvió demasiado abuela, se envejeció de golpe”, afirmó. “El problema de Europa es que se olvidó cuando después de la guerra sus hijos iban a golpear las puertas de América”, continuó.
También lanzó una advertencia a quienes, como el presidente estadounidense Donald Trump, proponen construir muros para detener el flujo de migrantes.
“Quien levanta un muro termina prisionero del muro que levantó, eso es ley universal, se da en el orden social y en el orden personal. Las alternativas son los puentes, levantar puentes”, afirmó.
El Papa se jactó de haber levantado pequeños puentes en Venezuela. En la entrevista reconoció que el Vaticano medió oficialmente con el grupo creado al efecto y que luego hubo comunicaciones de la Secretaria de Estado y después mediaciones discretas, extraoficiales, “Puentes que han ayudado un poquitito (a la crisis en Venezuela) pero no se termina de resolver”, afirmó. Preguntado sobre su opinión sobre el presidente Nicolás Maduro, afirmó que en las reuniones que tuvo con él lo había visto “muy convencido de lo suyo”.
Francisco reconoció, además, haberse equivocado cuando afirmó que todo feminismo termina siendo un machismo con faldas y que, en cambio, la frase que debería haber pronunciado era: “Todo feminismo puede correr el riesgo de transformarse en un machismo con faldas”. “Fue una frase dicha en un momento de mucha intensidad cuando estaba escuchando el testimonio de una mujer que iba en la línea que yo quería y me fui al feminismo un poco más de protesta”, se justificó. “Me equivoqué”, admitió, no obstante. Además, concedió que la mujer no está bien representada en la Iglesia.