Hoy comenzará el juicio a Gustavo Rivas, reconocido abogado de Gualeguaychú que está acusado de corrupción de menores y promoción de la prostitución por hechos ocurridos entre 1970 y 2010 y que tuvieron como víctimas al menos a 12 adolescentes de entre 15 y 16 años. La faceta desconocida del “ciudadano ilustre” –como había sido declarado por la legislatura local– salió a la luz en 2017, a través de una investigación periodística que mencionó que podría llegar a 2.000 el número de personas abusadas por Rivas. Hasta el momento, fueron 12 los denunciantes que se presentaron ante la justicia y lograron sentarlo en el banquillo de los acusados.

Rivas es un abogado e historiador de 73 años muy reconocido en la ciudad entrerriana. En 1987 fue candidato a gobernador por la Ucedé, en 1991 fue candidato a intendente y concejal y ocupó, además, diversos cargos de relevancia en instituciones intermedias, deportivas y escolares. Por todo esto, Rivas había sido declarado Ciudadano Ilustre de Gualeguaychú.

Sin embargo, la revista Análisis de Entre Ríos publicó en 2017 una investigación que sacó a la luz la otra cara del abogado. Según detalló Daniel Enz, periodista que trabajó en el caso durante más de un año y medio, Rivas “les pasaba videos pornográficos; los masturbaba; les practicaba sexo oral y se hacía penetrar o colocar elementos importantes en su ano”, en encuentros semanales en su casa. El modus operandi del abogado consistía en invitar adolescentes a su hogar, regalarles cigarrillos y whiskies caros, entre otros presentes, para luego abusar de ellos. 

Según los cálculos de la revista, “por las casas del conocido abogado transitaron no menos de 2.000 adolescentes de Gualeguaychú”. Como no había ninguna denuncia judicial, el Ministerio Público Fiscal comenzó a actuar de oficio para localizar a las personas abusadas pero se encontró con que luego de tantos años (los abusos datan de 1970) había muchos que no se animaban a hablar. Hasta el momento, solo fueron 12 los que se decidieron a presentar su denuncia en la justicia.

En la audiencia que comienza este lunes, Rivas será juzgado por esos 12 casos, en los que se lo acusa de “corrupción de menores y promoción de la prostitución”. Luego de la denuncia, Rivas se negó a declarar en cada una de las citaciones que tuvo por parte de la Justicia. En una conferencia de prensa en la que se intentó defender reconociendo que las relaciones eran “sexuales” pero “no abusos”, Rivas sostuvo: “Creo que no eran menores, pero habrá que analizar las fechas”.

La causa fue elevada a juicio el 25 de octubre de 2018. Las audiencias que comienzan hoy en la sala del Tribunal de Juicio y Apelaciones de esa ciudad entrerriana contarán con la presencia de más de 100 testigos que declararán ante los jueces Alicia Vivian, Mauricio Deruddi y Arturo Dumon.

“Se han citado personas que si bien no fueron presenciales directos sabían que (Rivas) iba con el auto lleno de chicos a su casa de Pueblo Belgrano y los hacía esconder. Cuando vivía en la calle Urquiza los hacía subir por 3 de Febrero a un auto, esconderse para que no los viera la Policía, y los llevaba a Pueblo Belgrano. Tenía una situación de ingreso similar a la casa de la calle Mitre, para no despertar tantas sospechas”, explicó la fiscal Martina Cedrés. “Hay sacerdotes que por su trabajo en los barrios tenían conocimiento de situaciones particulares de chicos que volvían con mejor ropa y decían que era porque iban a lo de Rivas”, agregó.

En esta primera audiencia se desarrollarán los alegatos de apertura y se presentarán las pruebas, entre ellas fotografías, videos en 8 milímetros y VHS secuestrados en el domicilio de Rivas. Según confirmó el otro fiscal de la causa, Lisandro Beherán, el material secuestrado “ratifica las denuncias de los testigos”. Beherán adelantó, además, que “los dichos de las personas son compatibles con los elementos reunidos” y que la fiscalía pedirá “una pena de 25 años de prisión”.

Uno de los denunciantes, Martín Daneri, dijo que Rivas “era amigo de la familia y uno de los fundadores del club” al que acudía. “Rivas captaba grupos que estaban relacionados al deporte, al club o al colegio. Nosotros formábamos parte del equipo de vóley o íbamos con un grupo de amigos y él se iba acercando, tomando confianza para después invitarnos a otras cosas”, recordó Daneri.

Otra de las víctimas, un hombre de 37 años, contó que conoció a Rivas cuando tenía entre 13 y 14 años “en casa de la madre” del abogado. “Rivas nos reunía y una hora más tarde comenzaba a dar vueltas a la mesa acercándose a cada uno de nosotros y nos daba besos en la mejilla y el cuello”, relató en su denuncia.