Desde que el Banco Central decidió en septiembre intentar controlar la inflación y despejar la incertidumbre cambiaria con un profundo ajuste monetario, los créditos, los préstamos retrocedieron 8,3 puntos sobre el total de activos, según detalla un informe del Centro de Economía Política Argentina. A su vez, los títulos públicos crecieron 9,3 puntos en el mismo período. Eso es porque los bancos ahora se dedican a especular con las Leliq en lugar de prestarle los recursos que aportan los ahorristas a las empresas productivas.
Los analistas esperan que esa tendencia se profundice todavía más porque desde que el dólar comenzó a subir nuevamente a mediados de febrero, el la entidad que conduce Guido Sandleris convalidó una suba de 23 puntos en la tasa de las Leliq y resolvió volver atrás en la decisión de limitar la tenencia de esas letras al 65 por ciento de los depósitos, ampliando el ratio al 100 por ciento.
Esta reorientación de la actividad financiera como principal prestamista del BCRA en detrimento del resto de los sectores, impulsada por los elevados rendimientos de las Leliq tuvo su correlato en el deterioro de los indicadores que miden la actividad propia de los Bancos, es decir, la actividad de intermediación financiera, que según el EMAE en enero retrocedió un 7,6 por ciento.
“El crecimiento acelerado de las Leliq en los últimos meses en contraposición al de los préstamos produjo un acercamiento en la participación de ambos sobre el total del activo. A mediados de marzo, el stock de préstamos en pesos se sitúa en torno a los 1.500.000 millones, mientras el stock de Leliq ya supera los 1.000.000 millones”, destaca el informe de CEPA. En términos de rentabilidad, vale la pena destacar cómo desde diciembre los títulos vienen generando mayores ganancias que los préstamos (sumando diciembre y enero, los títulos generaron resultados por 118 mil millones, mientras los préstamos aportaron 109). Al mismo tiempo, y en línea con la caída en la actividad financiera, los ingresos por préstamos cayeron por primera vez en diez meses. El crecimiento de las Leliq afecta fundamentalmente los créditos de corto plazo, como adelantos en cuenta corriente y cheques.
Pese al retroceso del crédito, el BCRA no está tomando acciones para revertir esa situación. “Su foco está puesto en reforzar el canal de transmisión de tasas para detener la suba del dólar. Es por este motivo que su preocupación está puesta en la falla de los mecanismos de transmisión desde la tasa de política hacia la tasa pagada por los Bancos: Mientras que desde el 15 de febrero la tasa de leliq subió 23 puntos, la Badlar apenas subió unos 10 puntos”, destaca el informe de Cepa. “A los fines de determinar cuánto más estarían en condiciones de pagar los Bancos por plazo fijo se debe considerar no solo la tasa pagada al depositante sino el costo final del fondeo considerando la integración de efectivo mínimo. Haciendo este cálculo, podemos concluir que los Bancos todavía tendrían margen para subir tasas hasta en unos 10 puntos”, se agrega en el trabajo.
El último dato publicado por el Banco Central sobre resultado por títulos en bancos es el del mes de enero, y este saldo ascendía a 55.000 millones de pesos (momento en que el stock de Leliq era prácticamente la mitad de lo que es hoy). Si finalmente marzo cierra con un stock en torno al billón de pesos, y la tasa promedio es 60 por ciento, sólo por Leliq los resultados ascenderían a 51.000 millones “El BCRA se encuentra actualmente recurriendo a las Leliq y a la suba de tasas como única estrategia para contener la volatilidad del dólar, lo que representa un déficit cuasifiscal cada vez más elevado, al mismo tiempo que la presión sobre el dólar no parece ceder”, advierte el CEPA.
El costo de sostener el esquema de ajuste monetario es cada vez mayor, y a las tasas actuales reporta egresos, según detalla CEPA, superiores a los 1800 millones diarios. La ganancia en términos de baja de inflación continúa sin verse, y el empeoramiento en los indicadores socioeconómicos es cada vez mayor.