La recaudación impositiva continúa bajo los efectos de la recesión. Durante marzo los recursos tributarios alcanzaron los 327.869 millones de pesos. La cifra se ubica 16 puntos por debajo de las estimaciones conservadoras que estiman una inflación por encima del 53 por ciento para los últimos doce meses. El magro desempeño exhibido por los gravámenes vinculados al consumo interno y el mercado de trabajo que caen en términos reales fue amortiguado por el aporte de las retenciones. Los derechos de exportación al agro, la industria y los servicios representaron un aporte de 18.166 millones de pesos, un 493,1 por ciento más que el contabilizado en marzo de 2019.  

La pérdida en el poder adquisitivo de los salarios por la aceleración inflacionaria, el incremento en el desempleo y la precarización de los puestos de trabajo impactan de frente sobre la demanda interna. La retracción en el consumo se expresa en la recaudación del IVA que con 81.867 millones de pesos marcó una suba interanual de 42,2 por ciento. A pesar de algunas medidas de contención social implementadas como la inversión adicional en la Asignación Universal por Hijo, mientras los ingresos de los trabajadores y jubilados no se recuperen, el consumo continuará en caída y la recaudación del IVA se mantendrá por debajo de la inflación. Aunque los funcionarios del Ministerio de Hacienda aseguran que la economía dejó de caer, el programa de austeridad y reformas comprometido con el Fondo Monetario Internacional garantiza un persistente deterioro en el componente más importante del PBI durante 2019. Como aporte al programa de austeridad, la AFIP se propone reducir la evasión en el IVA en 10 puntos porcentuales durante el próximo lustro. 

El impuesto a las Ganancias, en tanto, sumó 60.690 millones de pesos que representa un aumento de apenas 25 por ciento. Además de expresar el deterioro económico generalizado, el gravamen se vio afectado porque el quinto anticipo a de Personas Humanas correspondiente a 2018 ingresará en abril mientras que el año pasado lo hizo en marzo, elevando la base de comparación. 

La frenada experimentada en las importaciones tras la devaluación, el incremento en el costo de financiamiento y la ausencia de demanda también repercute sobre la recaudación. El IVA aduanero aportó apenas 27.029 millones de pesos, un 9,9 por ciento más interanual. El titular de la AFIP, Leonardo Cuccioli, indicó que el desempeño del tributo responde además a la reducción de las percepciones del IVA para importaciones de bienes muebles como resultado de un cambio normativo implementado el año pasado. Al advertir que el comportamiento del tributo podría estar vinculado a un incremento en la evasión asociado a las modificaciones, el funcionario consideró que “si vemos que aumenta la evasión en el IVA reveremos la medida”.

Los tributos vinculados a la seguridad social, por su parte, mostraron un incremento de 27,3 por ciento al contabilizar 85.692 millones de pesos. Los aportes patronales subieron 31,5 por ciento mientras que las contribuciones personales subieron 25,7 por ciento. Las cifras expresan la combinación entre pérdida de puestos de trabajo registrados, ausencia de recomposición salarial y beneficios para las empresas creados en la reforma tributaria. La medida aprobada a fines de 2017 contempló una reducción en las alícuotas y la creación de un Mínimo No Imponible (MNI) para el pago de las cargas con el objetivo de reducir los “costos de contratación”. Cuccioli precisó ayer que “por la reforma tributaria y la convergencia hacia la unificación de la alícuota dejaron de ingresar aproximadamente 3000 millones de pesos”. 

La contracción más importante la anotó el impuesto a los Bienes Personales cuyas alícuotas fueron minimizadas cuando se aprobó el blanqueo de capitales. Con apenas 346 millones recaudados, el tributo marcó un retroceso de 81,1 por ciento interanual en marzo. El impuesto a los Débitos y créditos bancarios, por su parte, sumó 22.336 millones de pesos que marcan una mejora de 35 por ciento. La AFIP señaló que en marzo hubo dos días hábiles menos que el mismo mes de 2018. Por eso, si se ajusta la cantidad de días, la comparación arrojaría una variación del 50 por ciento.