La Justicia detuvo a los siete hombres acusados de violar en “manada” a un joven de 25 en la localidad cordobesa de Sebastián Elcano. Los siete integrantes del grupo, que filmaron el ataque y lo subieron a las redes sociales, serán indagados hoy por la fiscal Fabiana Pochettino, quien los imputó por “abuso sexual con acceso carnal”. El abogado de la víctima, Carlos Nayi, dijo a PáginaI12 que “era la noticia esperada, no con un fin vindicativo sino para dar un mensaje a la sociedad, porque todos estos depredadores sexuales constituyen un peligro social. Los detenidos son todos mayores de edad, tienen ocupación, saben qué hacen y cómo lo hacen, no son inimputables”. Y remarcó que además de abusar del joven “lo filmaron y subieron a las redes produciendo un efecto multiplicador del daño. Esto quizás no tiene que ver con el peligro de fuga pero si con el peligro que significan para la sociedad”.
El comisario general Luis López confirmó que las aprehensiones de los acusados se hicieron en forma simultánea en siete domicilios de la localidad de Sebastián Elcano, el pueblo de 5000 habitantes, ubicado a unos 170 kilómetros de la capital cordobesa, donde ocurrieron los hechos.
El abogado explicó que el lunes “solicitamos ser incorporados como querellantes en la causa”, momento en que la fiscal Pochettino terminó de armar el cuadro de situación al escuchar al joven. “La fiscal escuchó el relato estremecedor y con eso pudo armar la película completa. Fue cauta, trató de corroborar con algunos elementos de prueba y después actuó”.
Y agregó: “Hoy (por ayer), en siete procedimientos simultáneos el radar de la justicia alcanzó a los siete, todos mayores de edad, de entre 28 y 50 años, por “abuso sexual con acceso carnal” que, de acuerdo al Código Penal, tiene penas que van de 8 y 20 años de prisión”. Y detalló que “todos tuvieron roles diferente en la faena, algunos sujetándolo, otros suministrándole alcohol contra su voluntad, otros accediéndolo y, finalmente, los que filmaron. Todos con rol distinto pero la misma imputación”, remarcó el letrado.
Para Nayi, el encuentro cara a cara de la víctima con la fiscal fue decisivo para que se ordenaran las detenciones. De la reunión “participó la familia del joven y la asistencia letrada. Se amplió la denuncia penal y se pidieron nuevas medidas de prueba”, aclaró el abogado, y explicó que el joven, que era conocido de los victimarios, uno incluso era compañero de trabajo, “vive en la precariedad, con todo tipo de necesidades y apremios económicos. Y necesita contención psicológica”.
El joven tiene retraso madurativo, no terminó la primaria, y vive con su papa y su mamá, y su hija. Tras el brutal ataque, está con “algún tipo de licencia” en la Municipalidad, donde “trabaja en negro desde los diez años”, según contó el abogado.
“Es un pueblo chico donde todos se conocen, estas personas eran conocidas de él”, dijo el letrado, quien sospecha que puede haber otros hechos similares cometidos por los acusados.
“Si fueron capaces de asaltar sexualmente a un compañero, hecho del que no se arrepintieron ni pidieron perdón sino que trataron de dibujar un escenario distinto al real para procurar impunidad (tras la agresión lo llevaron a su casa y le dijeron a la familia que los golpes que tenía eran porque se había caído de la bicicleta), desde el sentido común no podemos descartar otros hechos”.
En ese sentido, el abogado sostuvo que es importante que “las víctimas confíen en la justicia, traten de abandonar el pudor y el riesgo de la condena social y denuncien estos hechos para que no le pase a otros. Es grave y difícil para una mujer contar lo que pasó. Para un hombre es aún más difícil. En este caso, teníamos a una víctima encerrada muerta en vida mientras estas personas se paseaban impunes”.
Por otra parte, el letrado afirmó que “si bien el Estado estuvo ausente hasta ayer a la tarde (por el lunes), finalmente actuó. Por un lado, la justicia, por otro, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación nos comunicó que dieron instrucción de activar el Protocolo de Asistencia a la Víctima para asistir a este joven que está en estado de vulnerabilidad”.
La agresión ocurrió la noche del sábado 16 de febrero, en una gomería, que es propiedad de un integrante del grupo, donde le ataron las manos y tres de ellos lo violaron mientras otros filmaban. El caso recién tomó conocimiento público a finales de marzo, cuando se viralizó el video con la violación.