Con un renovado tono opositor contra el Gobierno, Sergio Massa lanzó ayer en la Sociedad Rural su plan de gobierno que denominó como sus “diez compromisos para la transformación de Argentina” y con los que invitó a debatir a los “políticos de todas las fuerzas políticas, sin exclusiones”. Aunque, sin abandonar sus aspiraciones presidenciales, el líder del Frente Renovador llamó a “fortalecer” el espacio del peronismo no K, Argentina Federal, y propuso dirimir las candidaturas en una “gran PASO”, sin precisar si el convite alcanza al kirchnerismo y en un claro desafío al ex jefe de sus propios “equipos técnicos” Roberto Lavagna, quien aparece como uno de los candidatos de “consenso” que puede unir a parte de la oposición a Macri pero que no está dispuesto a competir en una interna opositora.
Con la impronta estadounidense que Massa les imprimió a sus distintas campañas electorales, el renovador buscó esta vez dejar de lado el estilo “soberbio” de su discurso como prenda de unidad. “Aprendí de mis errores y mi soberbia, que los votos no son un cheque en blanco. Me dolió la derrota, pero me enseñó a ser más humilde y sincero: pido disculpas a quienes se sienten decepcionados”, soltó Massa sobre el final del acto y ante un millar de seguidores. Luego llamó a “fortalecer” Argentina Federal y dirimir las candidaturas en una interna: “Si me toca liderar, lo haré con firmeza y lealtad. Si me toca acompañar, lo haré con la misma lealtad y la misma entrega”. Pero olvidó el mensaje para su tropa: “Quiero ser su presidente”, insistió Massa.
Con más de una hora y media de atraso, Massa arrancó el discurso, que en principio estaba cronometrado en 45 minutos pero que le llevó más de una hora. Massa quiso ponerle sus propias pausas y tonos a un discurso escrito y leído a través de un teleprónter por recomendación de su asesor electoral, el catalán Antoni Gutiérrez-Rubí. Antes, en una pantalla gigante, mostraron los viajes con los que Massa recorrió “26 ciudades, en 63 días” que se tradujeron en “24.960 kilómetros”. Lo mismo que sus múltiples reuniones, políticas, sus entrevistas televisivas y radiales.
“Estoy preparado para servir y defender a mi país”, dijo Massa antes de presentar “a todos los argentinos y argentinas 10 compromisos para la transformación de Argentina”. Advirtió que se trata de un debate al que “están todos invitados, políticos de todas las fuerzas, sin exclusiones”.
Luego cargó críticamente contra el gobierno “que se lava las manos” para dar cuenta de una propuesta opositora que genere “una nueva mayoría” que “impida otros cuatro años más del gobierno de Mauricio Macri”. “El Gobierno fracasó, no lo argentinos”, bramó Massa y agregó que “ahora se muestran tristes y enojados para esconder las consecuencias de sus malas políticas. El problema es Macri y el camino que eligió para la Argentina”. Es más, aseguró que “Macri es un caprichoso que dice que no hay otro camino y que hay que apretar el acelerador”.
“Nos comprometemos con el crecimiento, el desarrollo y la prosperidad inclusiva”, dijo al comenzar sin enumerar sus diez “compromisos”. Allí cargó contra la “política de especulación y timba financiera del Gobierno” y, parafraseando a Néstor Kirchner sobre el endeudamiento externo, Massa sostuvo que “hay que decirle al FMI que los muertos no pagan. Argentina necesita mas tiempo”.
Entre los compromisos asumidos destacó “la lucha contra la pobreza y la desigualdad”; “con la educación de nuestros niños y jóvenes” y un mayor presupuesto educativo; con los jubilados para “garantizarles un haber digno y una prestación médica y universal tanto en cobertura de salud como de medicamentos”. También se comprometió con la “seguridad”, con “un nuevo Código Penal más justo que garantice que 10 años de condena son 10 años de cárcel” y le apuntó al Poder Judicial: “Cambiar el sistema de estabilidad de los jueces, que no son eternos y deberán rendir examen cada cinco años”.
Luego se refirió a su compromiso “con la igualdad de género y en la lucha contra la violencia machista”; con el medioambiente para “recuperar nuestras aguas y también redefinir la matriz energética” para luego reivindicar el federalismo y “rediseñar la geografía económica para que nuestras regiones puedan desarrollarse autónomamente”,con un “Estado eficiente y transparente”, y “crear una Escuela de Gobierno” para formar la burocracia estatal del futuro. El último compromiso fue con el trabajo, para “generar empleos y salarios de calidad, un mercado de trabajo dinámico y equitativo” e impulsar “la Ley de Primer Empleo y a dar beneficios impositivos a las pymes que quieran contratar personal”.
Un listado que muchos opositores podrían suscribir y ampliar con otros puntos en medio de la compleja crisis económico-social. El tema es si la propuesta de Massa podrá exceder la mesa del peronismo federal e incluir al propio Lavagna, que ha ganado terreno con su todavía incierta candidatura.