Las ventas de bienes de consumo durable muestran que la crisis económica no encuentra piso. En febrero, los electrodomésticos retrocedieron un 33 por ciento en la comparación interanual y en una medida similar frente a enero, según un estudio privado. En tanto, la CAME relevó una baja del 14,4 por ciento en marzo en el rubro electrodomésticos, artículos electrónicos, computación y celulares. En la misma línea, las ventas de motos cero kilómetro se desplomaron en marzo 57 por ciento en relación a igual período de 2018, mientras que la baja fue del 5 por ciento frente a febrero. En el caso de los autos, es la primera vez en 17 años que los patentamientos de marzo resultaron inferiores a los del mes previo. En muebles de oficina y del hogar se registró en marzo una caída del 13,8 por ciento. Los nuevos movimientos del dólar, que impulsan la inflación y a las tasas, siembran más incertidumbre. En las operaciones inmobiliarias, esta situación derivó en marzo en una baja de las escrituras realizadas del 47,6 por ciento.
En su afán de mantener controlado el dólar como sea y al mismo tiempo cumplir con las recetas del Fondo Monetario Internacional, el Gobierno apenas puede esperar un pequeño rebote estadístico de la actividad económica cuando comience la comparación interanual con los peores meses del año pasado. Sin embargo, la persistente inflación, ahora con renovada presión sobre el dólar, las siderales tasas de interés y la actitud procíclica de la política fiscal (más ajuste en una economía recesiva) llevan a la economía a un agujero cada vez más profundo.
Una de las medidas de la actual coyuntura es la evolución de las ventas de bienes de consumo durable, que depende de los precios, salarios, tasas de interés y expectativas económicas. De acuerdo a un informe de GFK Argentina, en febrero las ventas de electrodomésticos cayeron un 33 por ciento interanual. Notebooks, PC de escritorio y tablets bajaron un 44 por ciento; licuadoras y microondas un 28 por ciento; heladeras, lavarropas, cocinas un 25 por ciento, al igual que celulares, mientras que aires acondicionado, calefactores a gas, eléctricos y placas, un 21 por ciento.
Adicionalmente, la medición de la CAME para marzo anotó en el rubro electródomésticos, artículos electrónicos, computación y celulares una merma interanual del 14,4 por ciento. En muebles de oficina y del hogar la caída fue del 13,8 por ciento. “Marzo fue un mes con escaso movimiento. Las familias tienen altos niveles de deuda y evitan adquirir a crédito a raíz de las altas tasas de las tarjetas”, indicó la entidad.
En el caso de las motos, la baja de las ventas en marzo fue del 54,7 por ciento y del 5,5 por ciento en relación a febrero. En el primer trimestre, las ventas acumulan una caída del 47,3 por ciento. La empresa Yamaha registra en lo que va del año una merma de ventas del 66,7 por ciento, seguida de Zanella, con 62,7 por ciento y Gilera (48,5).
Por su parte, los patentamientos de autos mostraron en marzo un deterioro interanual del 54,5 por ciento y por primera vez en 17 años cayeron frente a febrero, un 3,1 por ciento. “Son meses con números extremadamente preocupantes”, resumió Dante Alvarez, presidente de Acara, que reúne a los concesionarios.