Los GPS dejarían de funcionar a partir de este sábado si concluye el conteo que volvería inviable el sistema. Se trata del Week Number Rollover (WNR). El GPS, o Sistema de Posicionamiento Global, en castellano, comenzó a funcionar el 6 de enero de 1980, con una capacidad de conteo de hasta 1024 semanas.

Si se produce el parate, los GPS ya no tendrán referencia del tiempo y no darían información precisa. Podrían informar dónde están, pero no cuándo.  En rigor, sería la segunda vez que se afronta una crisis del sistema. El 21 de agosto de 1999 se consumó el cese del primer WNR, aunque en ese momento, el uso no tan extendido del GPS evitó mayores complicaciones

¿De dónde viene el número 1024? Los desarrolladores del sistema usaron 10 bits de información, por una cuestión de limitaciones tecnológicas. Al usar 10 bits, se podían tener 1024 variantes, una por semana. El plazo vence cada 19 años. Por eso, tras el episodio de 1999, se prenden las luces de alerta  al cumplirse 1024 semanas desde el 21 de agosto de hace casi dos décadas.

Al completarse las 1024 semanas, los GPS entrarán en una etapa similar al efecto Y2K, el colapso informático del año 2000, cuyas consecuencias no fueron tan desastrosas como se preveía. Este sábado es probable que los GPS afectados muestren una fecha y hora incorrectas. Ese simple desfasaje pone en peligro el sistema, ya que todo su funcionamiento depende de datos cronológicos.

Pese a ello, los expertos consideran que la precisión del posicionamiento no tiene por qué verse afectada; y muchos dispositivos trabajarán con el mismo rendimiento sobre posicionamiento que antes de restablecerse. Con todo, los GPS más antiguos son los que llevan la peor parte, por eso se recomienda cambiarlos por una unidad más moderna.

Los equipos más modernos, en tanto, pueden actualizarse. Como la mayoría no tiene conexión a Internet, hay que actualizar el software. En el caso de los dispositivos portátiles se puede buscar la actualización en la web del fabricante. Se puede hacer con una tarjeta de memoria o vía puerto USB. Si el equipo está integrado al auto, lo ideal es llevarlo al taller para realizar allí los cambios.