“Si no te dice que sí es no”, es el lema de la nueva campaña de Tulipán. Es un paso más que refuerza el “no es no” y que, a la vez, encuentra un modo de luchar contra el abuso sexual, en cualquiera de sus formas, de sus modalidades y de sus pasos: una chica puede ir a tener una cita y no querer tener sexo, querer tener sexo vaginal pero no anal, creer que quiere tener sexo y después arrepentirse, querer tener sexo con un varón pero no si le dicen que tiene que tener con otros varones u otras formas o modos que no le gusten o acepte. No es solo un lema, sino que la caja de preservativos se tiene que abrir a cuatro manos como para que el consentimiento sea un pacto sellado e (igual que en el sexo) el tacto mutuo sea primordial.
Por supuesto, no es una herramienta de seguridad, pero sí es una forma de sexo explícito a favor del consentimiento que facilita la comunicación en épocas de nuevos pactos y de búsquedas sobre como dejar claro (con todas las dificultades que tiene la palabra y los pactos en medio del deseo, lo no dicho y lo que hay que decir y sentir) entre dos personas que van a tener sexo.
El nuevo envase se llama “El pack del consentimiento” y en sus videos resalta la idea que el sexo no solo debe ser seguro (como se decía en los ochenta) para evitar la transmisión de vih, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no buscados, sino cualquier forma de violencia, abuso e incomodidad. El hashtag #placerconsentido alude al consentimiento y a los sentidos. Y potencia la idea del feminismo del goce en donde la lucha contra el abuso y la apología del placer van de la mano, bah, de las manos. La campaña se lanzó el 27 de marzo y el objetivo de Tulipán es promover el respeto y el consentimiento en las relaciones sexuales. No es un envase que se va a comercializar, sino que se reparte gratuitamente en bares nocturnos como campaña social.