El autor del atentado supremacista del mes pasado en dos mezquitas de Nueva Zelanda fue imputado ayer con 89 cargos. La policía neocelandeza especificó que son 50 cargos por asesinato –uno por cada víctima mortal– y 39 por tentativa de homicidio.
El atacante australiano Brenton Tarrant hoy comparecerá por videoconferencia desde la prisión ante el Tribunal Superior de Christchurch, ciudad de la Isla Sur neozelandesa donde cometió la masacre el pasado 15 de marzo. El acusado asaltó las mezquitas de Al Noor y Linwood de esa ciudad y disparó a quemarropa con armas automáticas a personas que realizaban la oración de los viernes mientras lo transmitía en directo por Facebook.
En la vista se abordarán asuntos administrativos y de procedimiento entre el juez Cameron Mander, los abogados, el acusado, el personal de seguridad y los agentes de la Policía a cargo del caso. El magistrado adelantó que seguramente la sesión sea relativamente corta porque principalmente se referirá a la representación legal de Tarrant, quien no estará obligado a declararse inocente o culpable de los cargos que le imputan.
Según el diario New Zealand Herald, la fiscalía buscará porcesarlo bajo la Ley de Supresión Terrorista, introducida tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, pero para ello necesitará el consentimiento de la Abogacía del Estado. La sección cinco de esta ley define que un acto terrorista es aquel que intenta causar la muerte o destrucción en uno o más países, que se lleva a cabo con el propósito de promover una causa ideológica, política o religiosa, y con la intención de inducir el terror en una población civil u obligar a un gobierno a actuar.
Tarrant, de 28 años, comparecerá por segunda vez ante un juez después de que el día siguiente de la masacre fuera llevado al tribunal del distrito de Christchurch, donde fue imputado con un cargo de asesinato. En esa vista, el acusado despidió al abogado de oficio que se le había asignado y declaró su intención de defenderse por su cuenta.
Ese letrado, Richard Peters, aseguró que Tarrant no mostró ningún tipo de arrepentimiento y que no le pareció que fuera mentalmente inestable más allá de expresar su ideario extremista que, según apuntó, el acusado podría buscar difundir utilizando el juicio como altavoz. Por ello, el juez del caso dijo que recibió 25 solicitudes de medios de prensa para filmar, tomar fotos y grabar la audiencia de mañana, pero que las denegó todas. Los periodistas podrán asistir a la sesión y tomar notas, aunque habrá restricciones sobre lo que puedan informar. Mender, además, explicó que los medios podrán usar imágenes pixeladas de Tarrant que sean autorizadas por el tribunal.
El atacante, quien tiene entre sus referentes al noruego Anders Breivik, el extremista de ultraderecha que mató en su país a 77 personas en 2011 y que desafió al tribunal haciendo saludos nazis, se encuentra confinado en una celda solitaria en el ala de alta seguridad de la prisión de Paremoremo, en Auckland. Tras el ataque, Nueva Zelanda prohibió la venta de armas de asalto y planteó una reforma de la ley de armas para evitar que se repita una nueva masacre, así como medidas contra las difusión de mensajes de odio en las redes sociales.