Vestido con el clásico uniforme PRO –camisa celeste y pantalón a tono– Mauricio Macri viajó a en Entre Ríos, donde aprovechó para hacer campaña y mostrarse junto al candidato radical a la gobernación, Atilio Benedetti. Fue la primera vez en el año en que respalda abiertamente a un postulante de Cambiemos, ya que en Neuquén y Río Negro –donde se vota este domingo– Macri escapó de las fotos con los referentes de la UCR, Horacio “Pechi” Quiroga y Lorena Matzen, respectivamente. Durante una conferencia de prensa, el Presidente evitó dar definiciones sobre la disputa con los radicales por su compañero de fórmula, aunque sí dio un mensaje claro para quienes continúan alentando la candidatura presidencial de María Eugenia Vidal. “Es tan buena que la queremos poner en todos lados, pero ella tiene que ser candidata a gobernadora”, sentenció.
Acompañado por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis, Macri ratificó el rumbo económico del país justo cuando en Capital Federal comenzaban a marchar a Plaza de Mayo las columnas de la multitudinaria movilización de sindicatos y movimientos sociales. “Todas estas propuestas populistas, mentirosas, demagógicas, nos llevarían a volver a la situación que es ser lo mismo que Venezuela”, aseguró al ser consultado sobre si vetaría nuevamente los proyectos que la oposición trataba ayer en el Congreso. “No queremos repetir la historia. No podemos volver a probar las mismas cosas de hace 80 años y que no funcionaron”, dijo, repitiendo el libreto sobre los supuestos males heredados por el surgimiento del peronismo. “Estamos construyendo el país, esta vez sobre bases sólidas, haciendo lo que no se realizó en los últimos ochenta años”, insistió, sin hacerse cargo de la crisis económica provocada por su gestión.
Macri revoleó cifras de inflación. Dijo que el “promedio” de los últimos 80 años, “sacando los años de hiperinflación” fue del 62,5 por ciento. Fue la forma que encontró para relativizar el record alcanzado durante su mandato, que ronda el 50 por ciento. También buscó justificar el aumento reiterado de las tarifas de servicios públicos. La fórmula no varió respecto de discursos anteriores: todo es culpa es del gobierno previo. “Cuando llegamos la energía era prácticamente gratis. Esa era otra de las mentiras. Por eso se habían quintuplicado los cortes en todo el país”, dijo el Presidente, quien consideró que gracias al cambio de rumbo se evitó “el colapso del sistema”. Ensayó además una serie de pronósticos apocalípticos sobre lo que hubiera ocurrido de no haber realizado la dolarización de las tarifas y el ajuste en los subsidios. “Se cierra Vaca Muerta en 48 horas”, afirmó y agregó que el país se quedaría sin dólares. “Sé lo que está costando todos los meses llegar a fin de mes pero este es el camino”, concluyó.
Más temprano Macri había recorrido las obras en Puerto Ruiz y en Gualeguay. Como es obvio, no hubo referencias al escándalo que involucra al intendente radical de Paraná, Sergio Varisco, procesado por narcotráfico. Sobre su correligionario y candidato, Atilio Benedetti, Macri pidió desde Gualeguaychú que “Entre Ríos se sume al cambio”.