La industria automotriz sufrió en marzo una caída histórica. El nivel de producción retrocedió al nivel de 2005, en tanto que para el primer trimestre la fabricación fue la más baja en 13 años, equivalente a los registros de 2006. Los datos fueron presentados ayer por Adefa, la cámara de terminales automotrices.
La producción totalizó el mes pasado 29.227 unidades, un 41,1 por ciento menos que en igual período del año anterior (49.655). Pero además se produjo un hecho inédito: en marzo se ensamblaron menos unidades que en febrero (32.662), lo cual no había sucedido ni siquiera en la crisis de 2001 y 2002. La caída intermensual fue del 10,5 por ciento. Esta evolución contradice la versión del Gobierno de que la economía se está recuperando. Al menos para las automotrices, se confirma que sigue en el tobogán. Eso se refleja en suspensiones masivas en el sector.
En 2005 se habían producido 27.948 unidades, casi lo mismo que este año, mientras que en el primer trimestre de 2006 fueron 77.038 vehículos, contra 76.692 de igual lapso de este año. En comparación con el período enero-marzo de 2018, la caída fue del 30,7 por ciento (110.598).
Esta performance de la producción obedece a la baja del mercado interno y también de las exportaciones. Las ventas al exterior fueron en marzo de 21.085 unidades, un 23,9 por ciento menos que hace un año (27.702), en tanto que en el primer trimestre sumaron 47.919, 16,4 por ciento por debajo en la comparación interanual (57.348). Las ventas mayoristas al mercado interno, a su vez, se desplomaron un 57,6 por ciento, hasta 33.708 unidades contra 79.562 de marzo de 2018. En el trimestre la baja fue del 56,8 por ciento, hasta 94.150 vehículos (frente a los 217.747 de 2028).