La operación Fariña tiene todas las huellas digitales de la coalición político--mediática--judicial. El armador del encuentro entre Germán Garavano, ministro de Justicia; la abogada Giselle Robles y el arrepentido Leonardo Fariña, fue el periodista Luis Majul, según expuso la letrada en Dolores. Majul le dio el celular de Garavano a Robles para que llamara al ministro y antes que eso ya había hablado con Garavano para pactar el encuentro. Después de la reunión, Majul volvió a hablar con Robles para ver si todo había transcurrido bien.
Como es obvio, el encuentro se mantuvo en secreto porque escondía una maniobra irregular: el armado de una declaración del arrepentido con el objetivo de involucrar a la ex presidenta en una causa sobre la que Fariña no sabía nada de nada.
Deberá prestarse atención al hecho que el juez Alejo Ramos Padilla pidió todas las declaraciones de Fariña. Va a rastrear si es verdad el guionado que se armó en esa reunión a escondidas.