La primera ministra británica, Theresa May, solicitó oficialmente ayer a la Unión Europea (UE) otra prórroga del Brexit hasta el 30 de junio, un requerimiento que obligaría al Reino Unido a participar en las elecciones europeas.
May remitió ayer una carta al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para pedir la extensión –del 12 de abril al 30 de junio– de la validez del Artículo 50 del Tratado de Lisboa (que hace referencia a la retirada de un país comunitario), y evitar así un “divorcio” drástico y sin acuerdo del club comunitario. Actualmente, el Reino Unido tiene plazo hasta la próxima semana para presentar a los 27 un plan alternativo al pacto del Brexit (salida del Reino Unido de la UE) negociado entre Londres y Bruselas durante casi dos años a fin de poder acogerse a una nueva prórroga.
Esta petición, no obstante, deberá ser aprobada por unanimidad por todos los miembros de la UE en su cumbre de este 10 de abril .Los más duros defensores del Brexit, también reaccionaron a la posibilidad de otro aplazamiento. Un líder de los euroescépticos, Jacob Rees-Mogg, llamó a “ser tan difíciles como sea posible” si permanecen en Europa. “Podríamos vetar cualquier aumento del presupuesto europeo, obstruir el supuesto ejército de la UE y bloquear los planes integracionistas de (el presidente francés Emmanuel) Macron”, tuiteó. Casi como respuesta, una fuente de la presidencia francesa consideró “prematuro” que Londres pida otro aplazamiento sin tener un “plan claro”. Alemania y Holanda se mostraron también escépticas tras el pedido de aplazamiento de May.
En su misiva, la primera ministra le recuerda a Tusk de sus esfuerzos por buscar otras opciones al mantener negociaciones con la oposición laborista británica, contactos que prosiguieron ayer a nivel técnico tras una primera reunión entre May y el líder laborista, Jeremy Corbyn, el pasado miércoles en el Parlamento.
Aunque conservadores y laboristas han calificado este diálogo de productivo, aún no han avanzado lo suficiente como para sellar un nuevo plan de cara a la cumbre europea de la próxima semana, lo que le ha llevado a May a solicitar hoy otro retraso.
En su misiva, hecha pública ayer, la líder “tory” (conservadora) dejó en claro que confía en que el Reino Unido pueda salir del bloque europeo antes de las elecciones al Parlamento europeo de este mayo si consigue para entonces aprobar un acuerdo de retirada. No obstante, la política conservadora puntualiza que el Reino Unido estaría preparado para presentar candidatos a esos comicios europeos en caso de que el país no tenga para entonces un tratado que permita superar el trámite en la Cámara de los Comunes.
“El Reino Unido acepta el punto de vista del Consejo Europeo de que si el Reino Unido fuera todavía Estado miembro de la Unión Europea el 23 de mayo de 2019, estará legalmente obligado a tomar parte en las elecciones”, escribe la política. “Es por ello que el Gobierno está haciendo preparativos legales y responsables para esta eventualidad”, añade.
De acuerdo con la Comisión Electoral británica, la notificación oficial de la participación del país en esos comicios europeos debe hacerse no más tarde del próximo 15 de abril.
En su carta, la primera ministra le habla a Tusk de sus contactos con los laboristas para intentar un acuerdo de salida que cuente con el consenso en la cámara baja. Ese eventual pacto, añade, obligará al Reino Unido a disponer de más “tiempo” para su tramitación parlamentaria.
Pese a la actual crisis, May hace hincapié en que está determinada a cumplir con el proceso de retirada, después de que los británicos votasen en un referéndum en 2016 a favor del Brexit.
Al mismo tiempo, la líder “tory” manifiesta su frustración por no haber concluido ya este proceso, puesto que el Reino Unido tenía como fecha original de salida el pasado 29 de marzo.
“Es frustrante que aún no hayamos llevado este proceso a una conclusión exitosa y ordenada. El Gobierno del Reino Unido se mantiene bien comprometido a hacerlo y seguirá actuando como Estado miembro de la Unión Europea responsable”, añade.
Pero Tusk tiene otra idea, que es proponer a los restantes 27 países de la UE ofrecer al Reino Unido una prórroga flexible de hasta 12 meses para garantizar que la nación no salga del bloque de una manera desordenada y costosa para ambas partes.
Londres podría dar por finalizado este periodo tan pronto como el Parlamento británico ratifique el acuerdo de salida, dijeron fuentes no identificadas de la UE citadas por varios medios europeos. La propuesta de Tusk ya llegó a los Estados miembros a través de sus embajadores permanentes, dijo una de estas fuentes.
En las negociaciones con el Gobierno, el Laborismo se muestra a favor de mantener una unión aduanera con la UE pero para May esa es de momento una de sus líneas rojas, ya que impediría al Reino Unido negociar acuerdos comerciales con otros países fuera de la UE.