Simultáneamente, en el mismo día, los tres mas grandes periódicos brasileños expresaron su decepción, su desaliento, su disconformidad, con la forma en que se comporta el personaje que ellos mismos habían escogido como su candidato para presidir a Brasil. El personaje les fue útil para ganar las elecciones, con las manipulaciones que el Judiciario ha tolerado, con tal de impedir que el Partido de los Trabajadores (PT) volviera al gobierno. Sabían de quién se trataba. Conocían su mediocre trayectoria de parlamentario, de los que no presenta ningún proyecto de ley, que no interviene casi nunca, que se vale de los recursos del mandato para promover sus carrera. Fueron 28 años de diputado por Río de Janeiro, sin ninguna iniciativa que favoreciera a ese estado.
Sus pronunciamientos se limitaron a homenajes a policías y a milicianos, con exaltación del uso de la violencia y de la truculencia en el trato de la población. Sus otras intervenciones fueron para hacer apología de la tortura y de la dictadura. Nadie tiene el derecho a hacerse el sorprendido. La derecha se ha unificado alrededor de este personaje porque era el único candidato con un cierto caudal de votos, que permitiera montar las manipulaciones de noticias falsas, para tratar de mantener el modelo neoliberal y blindar al Estado de liderazgos populares.
Pero, como decía el gran jugador de fútbol brasileño, bicampeón mundial, Didí, una cosa es entrenar, otra es jugar el partido. La derecha hace que la campaña electoral sea una cosa, y que gobernar sea algo muy distinto. El personaje sirvió para la campaña, pero se muestra incompetente para gobernar. Su torpe concepción del Estado como instrumento de imposición de sus toscas ideas, como si pudiera gobernar sin buscar consensos mínimos, profundizando conflictos, agrediendo e insultando. Actúa mas como jefe de milicia que como dirigente político.
Dilapidó la luna de miel que los nuevos gobernantes suelen tener para avanzar sus proyectos y, al contrario, en sus dos primeros meses perdió el 15 por ciento de su apoyo. Además de generar desconfianza y desaliento en los grandes medios, en las asociaciones patronales y en algunos de sus mas conspicuos militantes. Demostró que no tiene nada que decir a las personas que lo han votado. A las presiones reiteradas para que deje de jugar con el Twitter y se dedique a gobernar, sus hijos contestan que quieren sacar el instrumento fundamental que tendría el presidente para comunicarse y movilizar directamente a sus seguidores, salteando a la política tradicional.
El gobierno no funciona, salvo las iniciativas de ultra neoliberal ministro de Economía. Aun así la propuesta de reforma de las pensiones, que la derecha trata de hacer pasar como si fuera la clave para que la economía vuelva a crecer, tiene muchas dificultades para ser aprobada. Es lo que la derecha tradicional espera que él sea capaz de hacer aprobar. Está dispuesta a seguir tolerando sus imbecilidades, con tal de que entregue ese regalo.
Pero no es solo ése el obstáculo que enfrenta el nuevo gobierno. Después de criticar la supuesta ideologización de la política exterior del PT, practica la diplomacia mas ideológica que el país jamás haya conocido. No se hizo la tradicional visita inicial a Argentina, probablemente porque tuvo que despegarse del fracaso de un gobierno que tiene la misma política económica que la suya, y que implementó la misma judicialización de la política que se hace en Brasil.
En cambio fue a Estados Unidos en un viaje vergonzoso, en el que escogió hacer una visita a las dependencias de la CIA, además de conceder a los norteamericanos el derecho a viajar a Brasil sin visa, sin ninguna contrapartida. Fue la expresión mas escandalosa de la actitud de subordinación al gobierno de Trump que cualquier país haya demostrado.
Como si no bastara, su ministro de Economía realizó grandes críticas a China, bien al gusto del presidente norteamericano, lo cual motivó la inmediata respuesta de China, que como represalia, dejó de comprar de productos agrícolas de Brasil.
El viaje a Chile sirvió para que el personaje incomodara a Piñera, con sus elogios a la dictadura de Pinochet, al punto de que el presidente chileno tuvo que decir, ni bien el personaje abandonó el país, que fueron declaraciones infelices del visitante, y que él no las comparte.
Como si no bastaran los daños causados por sus desastrosas afirmaciones durante sus primeros viajes, se superó en la visita a Israel. No cumplió con la promesa de trasladar la embajada brasileña a Jerusalén, pero instaló una oficina en la ciudad y visitó el Muro de los Lamentos con el primer ministro israelí, gesto que ninguno otro jefe de Estado había tenido, ni siquiera Trump. Inmediatamente los embajadores de los países árabes en Brasil solicitaron reunión apenas retorne del viaje. Siendo los mas grandes compradores de carne y de pollo de Brasil, ya amenazan con sustituir esas compras por las que pueden hacerles a India.
En suma, el personaje fue útil a que la derecha impida la victoria del PT, pero no es útil para gobernar. ¿Qué harán con él? ¿Lograrán sacarlo para dejar al vice presidente en su lugar? ¿Lograrán encuadrarlo para que se comporte de otra manera? La guerra híbrida dejó Brasil en las más grande incertidumbre de su historia. Nadie cree que este gobierno vaya a seguir. Pero no se ve en el horizonte cómo podría ser sustituido.