El Directorio del Fondo Monetario Internacional aprobó el cuarto tramo del préstamo por 10.870 millones de dólares. Cuando se concrete el desembolso la próxima semana, el gobierno de Mauricio Macri habrá recibido 38.900 millones de dólares en menos de un año. La cifra representa alrededor del 70 por ciento del monto total del crédito. “Las políticas de las autoridades que sustentan el acuerdo respaldado por el FMI están dando fruto. Hay indicios que la recesión ha tocado fondo”, afirmó la titular del organismo multilateral, Christine Lagarde, al asumir como propio el relato oficial. A pesar del optimismo exhibido por la abogada francesa el Fondo señala que la caída en la recaudación por la recesión exige mayores recortes en el gasto público para cumplir con el déficit cero. A la luz de la existencia de “niveles de inflación que han decepcionado”, los técnicos del organismo corrigieron sus proyecciones de precios de 20,2 a 30,5 por ciento en 2019.
Las preocupaciones del FMI exceden al derrotero económico. “El inicio de la carrera electoral puede incrementar la ansiedad del mercado, alimentando una mayor dolarización y salida de capitales”, indica el documento al contemplar posibles corridas cambiarias vinculadas a las elecciones presidenciales presidencial. Aunque renueva su confianza en el programa de austeridad y reformas, el Staff Report sostiene que existen “riesgos significativos” sobre la sustentabilidad de la deuda externa. El FMI advierte que frente a un shock similar al de 2018 –devaluación, caída de la actividad y aumento en las tasas– la deuda externa puede escalar hasta el 150 por ciento del PBI.
El Fondo también se hace eco del aumento en los niveles de pobreza que adjudica a “la caída en los salarios reales y la pérdida de puestos de trabajo asociada a la recesión”. Sin embargo el Fondo reafirmó su voto de confianza. Ahora espera que el impacto del programa de austeridad y reformas sea menor. El informe revela que la contracción esperada en el nivel de actividad es de 1,2 por ciento para 2019, un recorte en la caída de 0,5 puntos porcentuales frente a los pronósticos de diciembre.
Más austeridad
“A la luz de un nivel inferior al esperado del ingreso tributario en el primer semestre del año, será crítico actuar continuamente con prudencia en la ejecución de los planes de gasto y tomar otras medidas para incrementar los ingresos fiscales”, advierte el comunicado del FMI con preocupación frente a posibles desvíos de la meta de déficit cero asumida por el Palacio de Hacienda. En esa línea, los directivos del Fondo aprobaron el permiso solicitado por el ministro Nicolás Dujovne para cambiar las metas fiscales intermedias sin alterar el equilibrio prometido al cerrar el año.
La hoja de ruta presentada por los técnicos del FMI para lograr el déficit cero contempla profundizar el ajuste sobre el gasto en infraestructura y subsidios. También sugieren incrementar los ingresos fiscales mediante una suba de impuestos al consumo aunque, según revela el informe, el Gobierno respondió que es improbable modificar las alícuotas establecidas por ley durante un año electoral. Las autoridades argentinas explicaron al Fondo que, para compensar la caída en la recaudación, avanzarán con “una mayor racionalización del gasto en bienes y servicios así como los gastos de capital no prioritarios”. La AFIP pretende compensar la caída en la recaudación con una mayor fiscalización del monotributo.
También se habilitó el programa de subastas diarias de dólares con el que el gobierno pretende intentar desarticular las presiones cambiarias. La capacidad de maniobra permite al Tesoro vender 9600 millones de dólares hasta fin de año a través de subastas diarias de 60 millones de dólares. Frente a las preocupaciones electorales del FMI, las operaciones permitidas presentan un margen exiguo para desactivar corridas.
“Las reformas del lado de la oferta son esenciales para lograr un crecimiento vigoroso, sostenible y equitativo y para mejorar los niveles de vida de la población argentina”, remarca el organismo al reclamar apertura y desregulación. El Fondo celebra la presentación del proyecto de reforma de la Carta Orgánica y destaca la desregulación del sector aerocomercial. Sin embargo sostiene que “debe hacerse más para fortalecer la actividad privada”. La Carta de Intención remitida por el gobierno sostiene que esperan avanzar con los procesos de apertura comercial y, aunque no ofrece demasiadas precisiones, el gobierno se comprometió a evaluar “eliminación gradual de la protección regulatoria que tienen las empresas estatales así como las formas residuales de control de precios”.