El juez Luis Carzoglio refutó ayer la explicación de los responsables de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) sobre la visita de dos funcionarios de esa central a su juzgado y aclaró que conserva en una caja fuerte el borrador del pedido de detención del dirigente camionero Pablo Moyano que le hicieron llegar los espías. El magistrado reiteró que los enviados fueron a verlo “porque el presidente de la Nación (Mauricio Macri) estaba interesado en la detención de Moyano” y no “para prevenir paros y disturbios” que pudieran derivarse de esa decisión (que finalmente no ordenó), como afirmó Gustavo Arribas, titular de la agencia de inteligencia ante la Comisión Bicameral de Control de las Actividades de Inteligencia. “No sé si me va a llamar la Comisión a declarar”, se permitió dudar el juez, quien manifestó estar “a disposición” de los legisladores.
“Me sorprendió gratamente que hayan reconocido que mandaron gente a verme”, confesó Carzoglio en referencia a la visita a su juzgado, en agosto del año pasado, de Juan Sebastián De Stéfano y Fernando Di Pascuale.
“Pero la explicación que me dieron cuando vinieron a verme fue totalmente distinta” a la que Arribas brindó a los legisladores, advirtió.
En la reunión a puertas cerradas derivada de la investigación por espionaje ilegal que instruye el juez Alejo Ramos Padilla, el amigo del presidente que conduce la AFI admitió la visita de sus hombres a Carzoglio, que justificó en la necesidad de “prevenir paros y disturbios que podrían desatarse” en caso de ser detenido. “No es lo que realmente sucedió”, aclaró el juez. “Venían a verme porque el presidente de la Nación estaba interesado en la detención de Moyano. Uno de los dos, creo que Di Pascuale, dijo ‘estamos obsesionados con la detención’”, recordó durante una entrevista de FM La Patriada.
Como todavía no había recibido el pedido de detención que le formularía el fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, el juez les respondió que de recibirla la estudiaría y luego resolvería. “Lo que le podemos ofrecer es un borrador de la orden de detención para facilitar su tarea”, recordó que le dijeron los espías. Dos horas después “vino una secretaria con la copia del borrador en un sobre cerrado”.
Carzoglio aclaró que junto a su abogado decidieron conservar ese borrador “en una caja de seguridad del banco”.
“Tenemos dos borradores, uno que oportunamente le hicieron llegar al doctor (Gabriel) Vitale, de Lomas de Zamora, y otro que me entregaron a mí. Es casi el mismo texto”, puntualizó.
“En diez años de juez es la primera vez” que recibe una visita de agentes de inteligencia, contó Carzoglio, quien en diciembre, luego de negarse a detener a Moyano y denunciar presiones del Gobierno y del procurador bonaerense Julio Conte Grand, fue apartado del cargo por un tribunal de enjuiciamiento con votos de legisladores de Cambiemos y representantes de abogados. “Hasta el 4 de junio estoy apartado.
Ese día se tiene que rever mi situación y resolver si se impulsa o no el jury en el que me han involucrado”, recordó. “Si se hace justicia, el jury se tendría que cerrar y debería ser restituido. Pero este país es impredecible, la política se metió en todos lados, la política con minúscula está metida en la justicia y mientras esté metida el país no funciona”, reflexionó.
“No sé si me va a llamar la Comisión”, dudó sobre los próximos pasos de la Bicameral que preside el radical Juan Carlos Marino. “Así como siempre estuve a derecho, estoy a disposición”, aclaró, y se mostró orgulloso de “una particularidad: en el anterior gobierno fui tildado de antikirchnerista por algunas resoluciones, y en este soy tildado de anti PRO por algunas resoluciones”, calificaciones que interpreta como el resultado “de haber intentado ser imparcial en cada una de mis decisiones”.