"Rosario no es una ciudad para cualquiera, es una ciudad muy difícil y con enormes desafíos. Es un momento en el que seguramente de los temas que hoy son prioridad para los rosarinos, uno tiene la experiencia acumulada", afirmó el concejal y precandidato a intendente en la interna del Frente Progresista por Arriba Rosario, Pablo Javkin. En plena campaña de cara al 28 de abril, el ex diputado nacional consideró en una entrevista con Rosario/12 que el Frente Progresista "quedó reducido a quien pertenece a un partido, hoy hace falta renovar equipos, convocar y escuchar gente nueva, abrirse en serio. Estoy seguro que hoy somos más los que pensamos que el Frente le puede dar mucho a la ciudad, defendiendo lo que tenemos, pero menos enamorado de lo que hiciste y más enamorado de lo que corresponde hacer para adelante". Respecto de la inseguridad, entiende que "la política está contaminada de marketing, hay mucha opinión anti rosarina".
-¿Qué significa haberte preparado toda la vida para ser intendente?
-Primero, la ventaja de haber caminado la ciudad, en conocerla, haber recorrido Rosario no sólo como político ni como funcionario. Recorrí la vida de la ciudad desde muchos de sus ámbitos y desde hace muchos años, en la escuela, el club, y por supuesto desde la militancia. En segundo término, tuve la oportunidad de ejercer funciones legislativas en los tres niveles y una experiencia ejecutiva a nivel local, y en el medio de eso trabajé en la actividad privada, esa alternancia te termina de preparar. Pude discutir desde el Código Urbano de la ciudad a la Ley de Inteligencia del país, del Código Civil a las leyes de Boleta Unica y de Ferrocarriles en la provincia, y gestionar una secretaría que es la que tiene más contacto con los vecinos. Además, hay un tema de edad, de tiempo, de maduración, tuya y de tus equipos de trabajo que es muy notoria.
"El Frente puede darle mucho más a Rosario, pero menos enamorado de lo que se hizo y más enamorado de lo que hay por delante".
-¿Esos antecedentes representan un diferencial en la interna?
-El diferencial no es solamente haber tenido experiencia en esos niveles, si no también haberla tenido fuera de la función pública. Creo que es una mirada valiosa y que me permitió ver la realidad desde otro punto de vista, mirar los impedimentos que tiene el Estado muchas veces, o de las fallas en la gestión de la ciudad. Rosario no es una ciudad para cualquiera, es una ciudad muy difícil y con enormes desafíos, hay que conocerla bien. Si bien lo podés solucionar con equipos o convocando gente, lo tenés que tener incorporado vos como quien lidera un proceso en la ciudad. Me parece que el Frente, cuando inicia su gestión con Binner, fue muy abierto, y precisamente tenías una experiencia, una mirada de la ciudad, hay mucha gente que era valiosa, incorporar e irla a buscar y no quedarte reducido a quien pertenece o no a un partido o a un sector de un partido. Hoy hace falta eso, renovar equipos, abrirse en serio.
-¿Cuándo se cerró el Frente?
-Hace mucho tiempo. Lo planteamos con mucha claridad en el 2015. Además, si se comparan las gestiones de Mónica no tengo dudas que la segunda ganó en intensidad e incluso en la evaluación ciudadana porque fue más abierta, no sólo a algunos que nos incorporamos. Cuando se vuelve a cerrar, vuelve a generar resistencia. Y como todo, hay ciclos, generaciones, momentos. Cuestiono mucho esta idea de que solamente puedas encontrar los liderazgos en la mesa del partido al que pertenecés. Y también digo que no lo hago buscando un lugar en esa mesa, lo hago peleando en una interna abierta de cara a la sociedad. Estoy seguro que hoy somos más los que pensamos que el Frente le puede dar mucho a la ciudad, defendiendo lo que tenemos, pero menos enamorado de lo que hiciste y más enamorado de lo que corresponde hacer para adelante.
-¿Hay ejemplos de ese cerramiento en la gestión?
-Cerrarse significa hacer una obra enorme para evitar inundaciones y no poder resolver el problema de las bocas de tormentas y que se te inunde igual por no mantenerlas, o no generar equipos para la función básica del municipio como sellar una junta de pavimento, arreglar una vereda, que tengan una respuesta de atención inmediata. O que tengamos mil hectáreas de suelo industrial y no podemos lograr un sistema de habilitaciones fácil, abierto y accesible. Que en este contexto económico tengas un montón de trabas para desarrollar proyectos que generarían empleos en la ciudad. Estar cerrados significa estar un poco desconectados del pulso de lo que la ciudad te pide, eso se logra afuera del escritorio, tiene que ver con que tu experiencia de vida en la ciudad no haya sido solamente desde el lugar de funcionario público.
"Fue un espacio muy abierto, pero quedó reducido a quien pertenece a un partido o a un sector. Hay que renovar equipos".
-Verónica Irízar dijo que sos partidario del individualismo en la política.
-Uno puede repasar la historia reciente del Frente y encontrar respuestas ahí, puede a la vez seguir consejos de los asesores de campaña que muchas veces buscan eso, yo aprendí a decirles que no, porque eso puede inducirte a error. También creo que actualmente estamos en un momento muy complicado. Mi objetivo es plantearles a los rosarinos y rosarinas que tenemos una alternativa, sin perder lo que tenemos, cambiar y generar políticas nuevas que den soluciones y respuestas hacia adelante, y en lograr que entusiasmemos a la gente con un proyecto que si incorpora otras miradas va a seguir dándole mucho a la ciudad.
-¿Cuáles son las prioridades que deberá afrontar quien gobierne la ciudad?
-Para el tiempo que viene hay que apuntar a cuidar más a los rosarinos, de ordenar en el buen sentido, de la regla positiva, de una mejor mirada del otro, y sobre todo de un trabajo más intensivo de la protección de los chicos que hoy creo es la gran prioridad. Esto requiere de una intensidad de gestión muy particular, saber cómo funciona el sistema judicial, qué plantearle a un jefe de policía, cómo discutir con las fuerzas federales, cómo ejercés el peso que tenés en el liderazgo del territorio de la ciudad, son todas funciones por las cuales me preparé y adquirí experiencia.
-¿Qué mirada tenés sobre la inseguridad?
-La política está muy contaminada del marketing, entonces cuando surgen los temas que son prioritarios para la ciudad hay mucho marketing en la respuesta. Yo no creo en eso, por eso todas las semanas fuimos haciendo propuestas. La política de seguridad es cómo modificás tus organismos de control para ver mejor lo que sucede en la calle, tener como prioridad evitar que le roben a una mujer en la parada del colectivo y no multar a un negocio por el tamaño de su toldo, cómo interactuar con el sistema judicial, con las instancias policiales o las fuerzas federales y el reparto del territorio, en las intervenciones de mejoramiento de los barrios. También tiene que ver la posibilidad de generar empleo y de cuidar a los chicos. Hay que volver a algunas experiencias muy positivas de políticas de infancia muy marcadas, con redes. Uno habla desde el piso que hoy tenemos porque también hay mucha opinión antirosarina. Rosario tiene un piso de políticas públicas importante, por eso hay que tener la mirada menos en la reivindicación de todo lo hecho y más en cómo lo aprovechamos para mejorar los temas que hoy necesitan respuestas nuevas.