Vélez Sarsfield goleó ayer por 4-0 a Lanús en Liniers, se aseguró el sexto puesto que le permite ingresar en la segunda ronda de la Copa de la Superliga y le complicó la existencia al Granate, que ahora depende de otros cuatro resultados para ingresar en la próxima Sudamericana.

El equipo de Gabriel Heinze contó, por sobre todas las cosas, con una efectividad pocas veces vista. Prueba de ello fue Agustín Bouzat, quien llegaba al duelo con seis goles en 88 partidos durante su carrera profesional (Boca, Defensa y Justicia y Vélez), y se despachó con un triplete para definir la historia en el Amalfitani. Del lado contrario, a Lanús no le salía una. Tiros en los palos, salvadas en la última línea y buenas respuestas del arquero Lucas Hoyos le hicieron la vida imposible a José Sand y los suyos. Para colmo, cuando ya parecía milagroso que el arco de Vélez siga invicto, el defensor Joaquín Laso se disfrazó de número 10, fue al ataque, la pisó y asistió de cucharita al ingresado Salinas, que firmó el 4-0 a los 73 minutos.

Con la goleada consumada, sólo quedaría tiempo para que el público velezano se deleitara gritando “ole” y para que hasta Hoyos se anime a gambetear rivales dentro de su área. Mientras tanto, el gran agasajado por los presentes sería Gabriel Heinze, que se llevó más de un cantito dedicado por los locales. “Le agradezco al hincha, me emociona el reconocimiento. Terminamos un gran año que para algunos es muy poco pero para nosotros es muchísimo”, consideró el DT, quien todavía no resolvió su continuidad.