Un periodista italiano que está preso desde hace más de tres años –primero en una cárcel romana y actualmente en el penal de Ezeiza–, se comunicó con PáginaI12 para denunciar que lo acusan falsamente de ser cómplice de un hombre de su misma nacionalidad condenado por infracción a la ley de drogas. Riccardo Todin afirmó que en Italia le tomaron declaración en la cárcel y que en Buenos Aires nunca fue indagado, dado que “sólo me tomaron una declaración testimonial”. El hombre con el que fue vinculado, fue condenado, cumplió la mitad de la condena en el país y como ocurre con los extranjeros, fue expulsado del país y ya está en libertad. “A mí me propusieron el año pasado un juicio abreviado con el que hubiera quedado libre en junio, pero me negué a declararme culpable y ahora tengo que afrontar un juicio oral siendo inocente”.
Riccardo Todini nació en Roma el 16 de abril de 1969, es periodista, reportero gráfico y realizó trabajos para el Canal 5 de su país, propiedad de Silvio Berlusconi. Su tarea era “en la calle”, realizando entrevistas políticas subcontratado por InfoCosmopolitan. También realizó trabajos en el área de la publicidad.
Con su pareja llegó de vacaciones a Buenos Aires en noviembre de 2015 y se alojaron en el Hotel Mundial, en Avenida de Mayo al 1200. “Estuvimos 16 días y en el tercer o cuarto día nos cruzamos en la recepción con un italiano y como le ocurriría a un argentino que se encuentra con otro argentino en Europa, nos pusimos a conversar. Un día me pidió ayuda para buscar un hotel más barato y me pidió si le podía cambiar dinero porque era feriado y no tenía plata argentina. Lo ayudé a buscar hotel en Internet y después nos cruzamos en un restaurante, ésa fue toda la relación que tuvimos con esta persona”.
“En ese momento, también nos encontramos con otro italiano, un chileno y un brasileño, algo que ocurre habitualmente cuando uno viaja y se relaciona con otros turistas, incluso nos encontramos algunas vez paseando por Puerto Madero”. La cosa tuvo “una derivación inesperada porque esta persona, el primer italiano, resultó ser un narcotraficante que cayó preso en Buenos Aires”. Todini aseguró que con su pareja se enteraron meses después “porque nosotros pudimos salir sin problemas del país y volver a Italia, porque esa persona no nos acusó de nada a nosotros”.
Con el tiempo, Todini supo que fueron dos los italianos detenidos en Argentina, aunque sólo uno de ellos fue condenado por infracción a la ley de drogas, mientras que el otro fue absuelto. En Italia, el 3 de marzo de 2016 a Todini lo arrestaron y estuvo preso quince meses en una cárcel de Roma, acusado de “contrabando de drogas” por su supuesta vinculación con el italiano condenado en Argentina.
Todini afirmó que nunca fue indagado, ni en Italia, ni en Argentina, en una sede judicial. “En Roma me tomaron declaración en la cárcel, algo que es ilegal para la legislación argentina, y sin embargo, con esa acusación sin ninguna prueba, más allá de una filmación de las cámaras de seguridad que me muestran hablando con el acusado de narcotráfico, me extraditaron a la Argentina y desde entonces estoy detenido en el Penal de Ezeiza”.
De acuerdo con lo dicho por Todini, su detención lleva más de tres años y un mes “con una acusación trucha, una mentira que se puede comprobar con facilidad, pero lo cierto es que a mí me trasladaron desde Italia, de celda a celda, sin nunca ver a un juez, sin que nunca me tomaran declaración indagatoria –sólo una testimonial– ante el Poder Judicial para poder ejercer mi defensa”.
El año pasado “mi defensora pública, a la que nunca había visto, me ofreció ir a un juicio abreviado en el que yo tenía que decir que era culpable de un delito que no cometí”. La propuesta era que se declarara culpable y de hacerlo, le iban a dar “una condena baja que me hubiera permitido salir en libertad en junio del año pasado, pero yo no me voy a declarar culpable porque no hice nada y ahora tengo que afrontar un juicio oral en el que seguramente me van a dar una condena alta, para justificar todo el tiempo que llevo detenido con prisión preventiva”.
Todini está preso en el Pabellón 12, para extranjeros, del Complejo Penitenciario Uno de Ezeiza. “Estoy en el módulo 5, pabellón D, en la celda 12, en un lugar habilitado para alojar a 30 personas, en la que somos 60. Presentamos un hábeas corpus por las condiciones de detención, pero aunque nos dieron la razón, todavía no hubo ningún cambio.” De todos modos, Todini admitió que “a pesar de la cantidad de detenidos, colombianos, chilenos, africanos, el trato que nos dan no es malo, lo que sí es malo para mí es el trato que me da la Justicia argentina”.
El italiano con el que se vincula a Todini se llama Máximo Donnatelli, “quien fue condenado a cuatro años y ocho meses, de los cuales cumplió sólo media pena y lo expulsaron del país”. A Todini lo acusan de ser “partícipe secundario, pero ya llevo mucho más tiempo preso que él, porque él estuvo dos años y cuatro meses, mientras que yo llevo y que no está probado”. Todini, con la asistencia de sus abogados Paolo Dorio y Lucía Gargannon, se presentó ante la Cámara del fuero para que se dejara sin efecto lo actuado por los distintos jueces que integraron, durante este tiempo, el Juzgado en lo Penal Económico número 10, pero hasta ahora no ha tenido ningún resultado positivo. Su destino le marca ahora que desde el 19 de abril será juzgado por el Tribunal Oral en lo Económico Uno, por un delito que él dice no haber cometido.