Los dueños alemanes de Mefro Wheels, fábrica de llantas ubicada en Ovidio Lagos al 4400, comunicaron su decisión de cerrar la planta rosarina y abonar una parte de la indemnización a los 170 trabajadores. En una asamblea realizada ayer, que pasó a un cuarto intermedio hasta el jueves, los operarios mandataron al representante legal de la UOM a mejorar el resarcimiento ofrecido por los alemanes, mientras continúan produciendo y tratando de cumplir con algunos pedidos de las terminales nacionales. Desde el gremio, mantienen alguna expectativa para evitar que la empresa cierre. El jueves, en tanto, habrá una nueva audiencia en la sede local del Ministerio de Trabajo.

En un nuevo capítulo del conflicto laboral en Mefro Wheels, los representantes del fondo que compró las acciones de la planta rosarina a la casa matriz alemana comunicaron el fin de semana su decisión de pagar un porcentaje de la indemnización, no el total, y cerrar la fábrica de llantas, la única del país.

El giro en la postura del representante de los accionistas de la empresa, que la semana pasada en una reunión con el secretario general de la UOM, Antonio Donello, y el abogado, Pablo Cerra, les transmitió que iban a continuar produciendo si contaban con la asistencia de los gobiernos nacional y provincial, pero mientras tanto la iba a concursar, llegó en momentos en que el gremio apura todo tipo de negociaciones para evitar el cierre.

En la asamblea realizada ayer, los trabajadores decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta que los alemanes mejoren la propuesta de indemnización. "Si la fábrica cierra y quedamos en la calle queremos que nos paguen lo que nos corresponde, necesitamos tener algo más para enfrentar la situación hasta que la mayoría de la gente consiga algo", dijo Miguel Valentino, delegado de los trabajadores de Mefro Wheels.

Según explicó el delegado, hay trabajadores con 15 años de antigüedad, y muchos que sólo tienen 2 y 4 años. "Si no nos dan lo que corresponde, los que tienen menos años se llevan un porcentaje que es muy difícil en la situación que estamos", graficó Valentino.

Los trabajadores, que habían decidido resignar sueldos para destinar los fondos disponibles a comprar materia prima y así poder cumplir con los pedidos de las terminales nacionales, recibiendo un subsidio de cinco mil pesos de parte del gobierno provincial y el gremio metalúrgico, tienen cada vez mayores dificultades para producir.

En los últimos días intentaban llegar a cubrir la demanda de Volskwagen para su camioneta Amarok, pero lo cierto es que la mayoría de las terminales cancelaron los pedidos. "Estamos luchando para que no cierren las puertas, esperamos llegar a buen puerto", concluyó el delegado.